DRUG DEALERS: PRESENTE Y FUTURO DE LA EDICIÓN DE ENSAYO

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*Ecos de Sumer, cuaderno de edición escrito por Antonio Adsuar

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¿Cuáles son los objetivos de librosensayo.com?, ¿Cuál es nuestra “mission statement”? (ya sabéis que en inglés todo queda más cool). El portal nació fundamentalmente para pensar el futuro del libro y de la industria editorial en la era-red. Por ese motivo hemos intentado elaborar un cóctel atractivo que aúne reflexiones sobre internet, el porvenir de la educación y la imprescindible digitalización del sector del libro. Removemos el brebaje ayudándonos de la sociología como muchos de vosotros sabéis, especialmente de la sociología de la cultura y de la sociología de redes.

No obstante, en este año y ocho meses de vida de librosensayo.com no hemos abordado suficientemente un tema que me interesa especialmente: la evolución del libro de ensayo y su mercado. En este post trataré de sobrevolar la cuestión ofreciendo algunas claves. El texto de referencia con el que voy a complementar mis propias ideas será en este caso al artículo “Ansia de saber y comprender” de Francesc Arroyo, aparecido en Babelia el pasado mes de enero.

Comenzaré afirmando una obviedad: el libro de ensayo ha tenido poco peso en la industria editorial. La narrativa tiene un público mucho mayor y un potencial de venta superior. Sin embargo, en la época de crisis en las que nos encontramos la edición especulativa basada en la búsqueda del best-seller y que recurría a grandes tiradas (estas operaciones acababan en muchas ocasiones en fracaso, con la consiguiente avalancha de devoluciones) está en franco retroceso.

El ensayo, con sus tiradas cortas y público estable, se ha convertido en un valor refugio editorial como asevera Joan Tarrida, editor en Galaxia Gutenberg. Además, la propia depresión económica ha erosionado a la clase media y ha convertido a muchos ciudadanos en “seres para la pobreza”. Cuando la realidad se percibe como problemática y no se puede uno abandonar al hedonismo consumista propio de la bonanza aparece el malestar. A este le sigue la indignación y surgen las preguntas: ¿Qué ha pasado aquí?, ¿Quién me ha robado mi queso?, ¿Cómo podemos salir del laberinto y alumbrar un mundo mejor?. Y es que, como afirma el editor de Ariel Francisco Martínez Soria en el citado artículo de Babelia, el contexto socio-cultural determina mucho el consumo de ensayo. La España actual vive una ebullición que no se experimentaba desde los tiempos inciertos de la transición. De esta misma forma, países como México, Argentina y Colombia, que no han dejado nunca de vivir en crisis y de cuestionarse su ser, son grandes mercados para el ensayo en español.

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Evidentemente, muchos aún buscan la respuesta en los libros y los editores responden a la creciente demanda de textos sobre economía, política y filosofía, entre otros. Dicho esto, y yendo más allá de la coyuntura actual, cabría hacerse dos preguntas: ¿Qué es un ensayo? y, ¿Cómo es y qué quiere el lector de ensayo?.

a)¿Dios mío, qué es un ensayo?

Este artículo, por su enfoque y extensión, no es lugar para enredarse en cuestiones semánticas esenciales (por otra parte muy interesantes). Por este motivo simplemente diré que cuando en esta entrada me refiero al «ensayo» estoy dejando fuera el cajón de sastre anglosajón que se articula entorno al término «non-fiction».

Dicho esto, sí me parece útil para nuestro cometido la distinción del editor Alfredo Landman de Gedisa que diferencia entre ensayo académico-universitario y ensayo de divulgación. Aquel, nos dice Landman, «será digital o no será». El manual de clase de los cursos de las facultades ha desaparecido prácticamente; profesores y alumnos demandan contenidos más fragmentados y específicos y, frente a la antigua venta unitaria de paquetes cerrados, desean disfrutar del conocimiento en entornos ligados al acceso. El auge de los MOOCs (massive open online courses) y otras innovaciones pedagógicas muestra que el cambio en esta parcela es radical. El nacimiento de plataformas como «Unebook» creada por la Unión de Editoriales Universitarias Españolas nos muestran acertadamente el camino a seguir.

El ensayo divulgativo, no obstante, sí mantendrá en mayor medida formas de edición más clásicas, ligadas al libro de papel y la compra unitaria. El deseo de posesión de la obra por parte del tipo de lectores que demandan estos textos, su apego a la lectura pausada y profunda y a la experiencia de subrayado, son elementos a tener en cuenta para explicar la permanencia en esta esfera de «modos más gutenberianos».

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b)¿Cómo es el lector de ensayo divulgativo?

Como hemos afirmado muchas veces en este cuaderno editorial de Ecos de Sumer, en nuestra sociedad de la abundancia tenemos que poner al lector en el centro de toda nuestra estrategia editorial. Como afirma el filósofo Manuel Cruz, que dirige la excelente colección de pensamiento de la editorial Herder, en tiempos pasados los diseños de las compilaciones, antologías o series de ensayo respondían casi exclusivamente al criterio del editor. Hoy entender al lector postmoderno (al que ya diseccionamos en este blog) y sus necesidades es fundamental. La edición «contenidocéntrica», como asevera Santos Palazzi de Grupo Planeta, debe quedar atrás.

En este sentido, considero que las editoriales que quieran comercializar este tipo de ensayo divulgativo, en el que me estoy centrando en este subapartado, debería elaborar un estudio que sirviera para definir al lector tipo teniendo en cuenta diversas variables: sexo, edad, nivel socio-económico y educativo, hábitos específicos de compra y costumbres y procedimientos en el ámbito de la lectura (soportes más utilizados, estrategias lectoras y de consumo y apropiación del conocimiento).

Me permito sugerir que esta investigación fuera sufragada por diversas editoriales y la información, análisis y conclusiones fueran compartidas. En un momento como el actual la industria editorial debe aprender a colaborar y dejar de lado sus tradicionales formas de vida basadas en el aislamiento y la autogestión de cada empresa editorial. Como afirmamos en un post anterior, estamos en la era de la edición cooperativa y la coparticipación de los lectores en el día a día de la editorial es fundamental.

 c)Una decisión vital: la extensión

Quizás en la cuestión de la extensión se juegue la edición de ensayo divulgativo gran parte de su futuro. Ciertamente, de la definición de nuestro lector tipo ideal deberemos derivar toda nuestra estrategia editorial (es interesante recordar aquí, siguiendo la oportuna reflexión de Julieta Lionetti, que la estrategia digital de cualquier casa de edición debe derivar de una estrategia editorial global bien trabada).

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Como afirma el ya citado Manuel Cruz, aparentemente existe una tendencia que nos lleva hacia la demanda de una mayor brevedad por parte del lector. Es lógico que en un mundo plagado de recursos gracias a la avalancha-red de contenidos todos calculemos mucho más antes de leer,y sobre todo de comprar un texto, un libro-objeto en este caso, gracias al cual queremos adquirir disfrute y conocimiento.

Como comenta el editor de Adriana Hidalgo Fabián Lebenglik «el módulo de atención del lector actual» ha cambiado. La aceleración del tiempo histórico y vivenciado nos lleva a medir la realidad en segundos, no en minutos y horas como anteriormente. En este contexto, el lector reflexionará mucho antes de embarcarse en un texto extenso, sopesando la relación coste-beneficio tanto en relación al dinero invertido como (y me atrevería a decir que sobretodo) en el número de horas necesarias para asimilar un escrito.

A pesar de que el ensayo divulgativo parece tender irremisiblemente hacia textos más breves, de unas 80-100-120 páginas (los someros ensayos del coreano B.C. Han editados por Herder parecen ser la prueba del éxito de esta usanza actual), a medio camino entre el artículo extenso y el libro tradicional, considero que este modo de editar, aunque sea marcado y vaya a generalizarse, no pude ser aplicado sin más a todas las editoriales. Insisto en que determinar y conocer a nuestro lector será fundamental. Eso sí, si apostamos por lanzar al mercado textos extensos en papel con un precio relativamente elevado no debemos olvidar que en la coyuntura actual tendremos que aportar un valor añadido muy alto (ediciones de calidad, anexos, tal vez recursos complementarios exclusivos on-line).

Toca ir concluyendo por hoy. La edición de ensayo, como la edición en general, tiene futuro, creo que no debemos dudar de esto. No obstante, la irrupción de internet ha variado enormemente la posición de todos los demás medios de comunicación; los editores de ensayo deben hacer un esfuerzo por entender qué pueden aportar a los lectores que demandan conocimiento en el nuevo contexto-red.

Por que, como dice el experimentado editor Gonzalo Pontón, que dirigió Crítica y Ariel y hoy comanda Pasado y presente, «los lectores de ensayo son enfermos que no pueden vivir sin alimento cultural». Quien mejor se adapte a la actual coyuntura y entienda en qué consiste realmente su «core business» será el elegido para seguir suministrándonos esta droga que, pueden estar seguros, no vamos a dejar de requerir en estos tiempos inciertos.

Antonio Adsuar

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Soy fundador e impulsor principal de librosensayo.com. Licenciado en historia por la Universidad de Alicante y doctor en filosofía por la Universidad de Murcia, tras hacer un máster en gestión cultural en la UOC descubrí la tremenda transformación que estaba viviendo la industria editorial, el mundo del libro y la cultura escrita en general con la llegada de internet.

Tras 8 meses de concepción y puesta en marcha del proyecto creamos con un grupo de amigos librosensayo.com en mayo de 2013. La idea básica era sencilla: construir un sitio abierto y colaborativo para reflexionar sobre el futuro de las industrias culturales centrándonos en repensar la industria editorial, el periodismo, la educación y el futuro de la sociedad conectada, ayudados por la aproximación a textos de sociología sobre la cultura y el consumo en la sociedad contemporánea.

►►¿Hablamos? Me encuentras en: adsuar.antonio[arroba]librosensayo.com o en twitter en @AntonioAdsuar o en mi perfil de Linkedin ¡Un saludo a todos!

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