EL LIBRO DIGITAL, EVOLUCIÓN Y CONSUMO

  *Un artículo de Eduardo Vicent Clemente 1. Introducción: Un breve contexto, la sociedad red. El paradigma digital, tan de moda hoy en día, obliga a repensar la forma …


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*Un artículo de Eduardo Vicent Clemente

1. Introducción: Un breve contexto, la sociedad red.

El paradigma digital, tan de moda hoy en día, obliga a repensar la forma en la que se organiza la industria editorial. A lo largo de este ensayo, se va a intentar reflexionar sobre las nuevas formas de consumo y como la industria ha reaccionado frente a ellas.

Teniendo en cuenta que todo producto cultural nace en el seno de una sociedad concreta hemos creído razonable antes de entrar en materia definir y contextualizar los elementos que definen la sociedad actual. Para ello vamos a utilizar la conceptualización de sociedad red de Manuel Castells, ya que sin red, nada de todo esto seria posible.

A continuación, es realmente importante, entender como afectan estos cambios a nivel social, en la manera que los individuos tienen de consumir. Así pues, emerge un nuevo tipo de consumidor que está llamado a cambiar las relaciones que se dan entre los individuos y la industria. Nos estamos refiriendo al concepto de prosumidor, acuñado por AlvinToffler, encuentra su formulación actual en la definición de Georges Ritzer.

Sin embargo, el libro también ha evolucionado para intentar dar una respuesta a las necesidades de estos consumidores. Los cambios que el libro digital encierra en su esencia son verdaderamente importantes para comprender lo que esta pasando en el mundo editorial. El articulo de Craig Mod: «Post-ArtfactBooks and Publishing» recoge y analiza de manera magistral todos estos elementos y además plantea un modelo explicativo que resulta muy adecuado y certero, al entender el libro como un conjunto de subsistemas.

1.1 Sociedad Red: un nuevo paradigma

Para Manuel Castells la sociedad red dibuja una realidad que se construye por redes de información que procesan, almacenan y transmiten grandes caudales de información sin estar necesariamente sujetos a ningún tipo de restricción espacial, temporal o de volumen. El origen de esto lo encontramos en la globalización de principios de los 90, pero lleva gestándose desde mucho antes. Intercambios comerciales entre diferentes culturas han existido siempre. Sin embargo, la emergencia de la información como fin último del intercambio representa una importante transformación del modelo de acumulación de capital.

El sistema económico ha avanzado hacia una nueva configuración, principalmente, informacional. En este sentido la generación y transformación de dicha información es determinante en la productividad del sistema y asegura la reproducción del mismo. Por tanto se observa la emergencia de una nueva economía y sistema social cuyas características pasan necesariamente por estar basado en el intercambio y generación de información a todas horas y en todo momento, sin importar el origen o el medio.

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2. El Consumo en la sociedad red.

Al desarrollo de la sociedad red, hay que añadir la aparición de la web 2.0 y las redes sociales a partir del año 2004. Facebook, Twitter o Youtube resultaron un importante revulsivo para la producción y difusión de los llamados, contenidos generados por los usuarios (UGC por sus siglas en ingles).Estos, al interactuar, generan una serie de contenidos, a veces para hacer chistes, otras para denuncias políticas y otras sencillamente por el reto técnico o estético que suponen estos contenidos y usan las redes como medio para compartirlas. Por tanto, a través del consumo de medios culturales de todo tipo, desde imágenes hasta series o videos, crean y producen contenidos.

Algunos acercamientos a esta figura apuntan al termino de crossumer: «un sujeto que ha tomado plena conciencia de su posición en un sistema económico y social articulado alrededor del consumo y que reivindica su rol activo». (Thecocktailanalysis, 2007). Sin embargo, el concepto que mejor define las profundas implicaciones de esta actividad es el de prosumidor.

2.1 . La cultura en la sociedad red: la convergencia.

En el seno de la sociedad red, con el informacionalismo como sistema económico, se dan una serie de transformaciones culturales que estarán llamados a modificar la manera en la que entendemos la cultura. En este sentido, la aproximación de Henry Jenkins en «Cultura de la Convergencia» es verdaderamente interesante. A través de su ensayo, el autor intenta ahondar en las características de una nueva cultura emergente que desde su punto de vista terminaran con los medios (culturales, aunque no solo) existentes hasta el momento.

La irrupción del mundo digital en la cultura popular, ha cambiado a la audiencia. Antes se hablaba de una audiencia pasiva que consumía los contenidos en bloque, tal y como venían empaquetados. La televisión aparece como el ejemplo más paradigmático de este tipo de consumo. Los canales de televisión emiten un programa y este es visto por una gran cantidad de individuos, que están sentados y quizá opinando, sin embargo todo queda en el ámbito doméstico limitando así las opciones de consumo a un único canal. Ahora, desde la aparición de las grandes redes sociales, los usuarios no se contentan con consumir pasivamente si no que quieren participar, forjando una cultura participativa, que a diferencia de la cultura pasiva, implica que los consumidores consultan otros medios a su alcance, generan opinión y conversan sobre lo que están viendo. Esta idea se encuentra otra conceptualización muy interesante en el concepto de inteligencia colectiva de Pierre Levy.

Por tanto, las nuevas posibilidades de acción y participación que los medios digitales han puesto a disposición de los usuarios constituye un verdadero cambio cultural en el que se «anima a los consumidores a buscar nueva información y a establecer conexiones entre contenidos mediáticos dispersos» (Jenkins, 2011). En este contexto, esas conexiones dan pie a contenidos en un sentido amplio. A contenidos generados por los usuarios.
Por tanto, la forma en la que nos relacionamos con los medios ha cambiado. Hasta ahora, los productos culturales seguían un camino claro y directo, desde el editor de dicho contenido hacia el consumidor. Actualmente esta relación ha sufrido un vuelco y los usuarios reivindican para sí la posibilidad de variar y adaptar esos contenidos según sus gustos, preferencias o motivaciones culturales.

2.2 El agente de la convergencia: El prosumidor

Tomaremos como punto de partida la definición de prosumidor (prosumer, en inglés) citando a Wikipedia, (por razones de integridad y compromiso con la actividad de prosumir): se trata de «un acrónimo formado por la fusión original de las palabras en inglés producer (productor) y consumer (consumidor) y corresponde a la actividad que agrega valor a un producto, material en estado natural, servicio o al conocimiento en sí mismo, o bien, que sirve de soporte a nivel biológico y sistémico para la existencia de actividades remuneradas. Aunque en principio no implica una transacción monetaria, puede medirse su precio en relación a su oferta en el mercado, lo que implica que ésta actividad puede pasar también a la economía monetaria, en cuyo caso deja de ser prosumo.»(Wikipedia, voz: prosumidor)

En este sentido, el teórico Georges Ritzer, considera que los cambios que están ocurriendo en la tecnología y más concretamente en la producción digital, constituye la emergencia de una nueva forma de capitalismo. Este, se caracterizaría fundamentalmente por la dificultad de controlar la producción o el consumo de los individuos por un lado y cierta resistencia a ese control por el otro. La actividad de prosumir, se ejerce de manera altruista es decir, sin buscar el beneficio económico. Esto no implica en ningún caso que dicha producción no valga dinero.

Además existe una grandísima abundancia y eficiencia en la producción de dichos contenidos, ya que se suelen organizar en diferentes comunidades para producirlo. Los fansubs (grupos de usuarios que subtitulan series) o los colectivos de usuarios que editan y comparten libros en ePub son algunos ejemplos.

En el modelo de producción y consumo imperante en el contexto anterior al de la sociedad red y la cultura de la convergencia, las empresas se esfuerzan por mantener un control férreo sobre la producción y el consumo de contenidos. Es decir, todo tiene que pasar necesariamente por ellas y ellas deben autorizar cualquier uso de esos contenidos. Esto entra en contradicción con la voluntad de los usuarios, que quieren tener acceso a dichos contenidos para poder hacerlos propios con total libertad y dar rienda suelta a su creatividad. Dadas las posibilidades que ofrecen actualmente internet el control se vuelve algo prácticamente imposible.

Así pues, muchas empresas han entendido que lo mejor que pueden hacer es generar marcos y espacios en los que los usuarios se sientan lo suficientemente cómodos como para crear libremente y monetizar de alguna manera esos contenidos.

En gran medida, las empresas no tratan de dictar la forma en que losprosumidores deben usar los sitios porque no tienen que hacerlo y, si lo hicieran, la calidad de lo que se produce en los sitios se reduciría. (Ritzer, 2010). Cabe mencionar a Reddit, por su capacidad de generación de contenidos y el compromiso por parte de la empresa con respecto a sus usuarios, representa un gran ejemplo de lo que se esta defendiendo.

En definitiva el prosumidor, es tal porque no solo es capaz de decidir, si no que gracias a los medios que tiene a su disposición es capaz de rellenar los huecos de dicha oferta, allí donde las empresas y los estados no son capaces, o no les interesa llegar.

3. El libro digital y el prosumidor: El libro como sistema

El libro, es y ha sido uno de los principales elementos de casi todas las culturas que han existido hasta el momento. Todos estos cambios, que afectan a los pilares mas básicos de una sociedad (desde los modelos culturales, hasta el funcionamiento económico) también esta cambiando irreversiblemente la forma en la que entendemos y entenderemos los libros en el futuro. Por tanto, se hace verdaderamente necesario comprender de una forma profunda la manera en la que se articula el prosumidor con los libros digitales, para poder aventurar hacia donde nos dirigimos.

El autor Craig Mod, en su articulo, define el funcionamiento de un libro como un sistema formado por otros tres sub-sistemasen permanente evolución y plantea una serie de características que están mutando para adaptarse a las necesidades de este nuevo consumidor, que exige y necesita participar, no solo en la creación, si no también en la conversación. A saber, el que abarca el momento de la concepción (la idea) recibe el nombre de sistema pre-artefacto. El que hace referencia al producto en si, el artefacto y el que se refiere a la recepción del artefacto por parte de los lectores y recibe el nombre de sistema post-artefacto.

3.1 El Paradigma pre-prosumidor: El gran artefacto inmutable.

Antes de la transformación cultural que se comenta, de la irrupción de la cultura de la convergencia, el informacionalismo y el prosumidor,la industria editorial funcionaba de una manera clara y establecida para dar respuesta a una demanda amorfa, poco definida y sobre todo, sin interacción.

Este sistema, definido por Craig Mod como el sistema del gran artefacto inmutable, se caracteriza por presentar un funcionamiento que prescinde del sistema post-artefacto y plantear un sistema pre-artefacto que excluye a cualquier participante, salvo los indispensables. El autor y el editor. Así, se deja fuera tanto a los lectores, como a cualquier otro individuo que por la razón que sea, quisiese participar en este proceso.

Este proceso, termina cristalizando en un libro, que después de más de dos años llega a las librerías y termina ahí su recorrido. Es un sistema completo en sí mismo, autoconclusivo. Un elemento que no interactúa con su entorno y que no trasciende sus paginas. La única interacción que permite es la que se produce entre el autor y el lector. Una vez terminado este proceso, la cadena de producción del libro termina.

3.2 Cambios en el sistema pre-artefacto: El prosumidor quiere participar.

Los usuarios cada vez más exigentes, demandan de un sistema pre-artefacto que los contemple y los incluya. Para ello se ha producido una evolución en un doble sentido. Por un lado, los textos se pueden desarrollar en tiempo real, poco a poco y a lo largo de un tiempo indeterminado, lo que a la larga elimina el preciosismo que caracteriza la inmutabilidad de lo impreso y permite la que el flujo de cambios sea constante y también, la participación de los prosumidoresen el proceso de creación y en la narración en si misma.Mientras que por el otro el tiempo emerge como un ingrediente activo, un elemento más del proceso.

Es decir, se utiliza este tiempo como producto. Durante el tiempo en el que el libro se esta creando, este ya empieza a existir como producto. Esto contrasta con la visión anterior, en la que el autor escribía la obra, aislado del mundo, para posteriormente poner a la venta el libro como un pack, en su totalidad.

Las interacciones que se dan en este sistema son un claro ejemplo de la evolución que se ha dado en el consumidor y ponen de manifiesto el calado de estos cambios. Así pues, la Wikipedia con su perpetua edición por parte de los usuarios, demuestra la potencia de la existencia de una comunidad. Sin embargo, no es el único ejemplo existente, los blogs, han servido durante más de una década como un marco en el que muchos autores han puesto a prueba sus creaciones y han ido adaptándolo a los gustos y las necesidades de los usuarios a través de la conversación directa con ellos. Esta interación en vivo, tal y como lo define el autor, fomenta el dialogo en este nuevo paradigma digital, esta retroalimentación es necesaria. Es causa y consecuencia de la evolución.

3.3 La emergencia del sistema post-artefacto: Conversación, valor añadido y UGC.

Lo digital representa la liberación del contenido del yugo del papel. Es decir, si anteriormente la experiencia era de uno hacia todos sus lectores, el libro digital permite interconectar estas experiencias y a la vez hibridarlas. Las notas que podemos añadir, los diferentes elementos, resaltes que añadimos a los libros nos permiten darle forma a nuestra propia telepatía y conectarla con la de los demás.

La clave esta en entender al libro, no como lo que ha sido hasta ahora: un recipiente de texto, si no como una interfaz compartida sobre la que se producen interacciones. Las notas, por ejemplo, son capas, capas que se ponen sobre el contenido y construyen una conversación colectiva y espontánea sobre el contenido del libro. Conceptos tan importantes como Comunidad o vinculación también explican este espacio post-artefacto y puede aplicarse a casi cualquier elemento digital. Una entrada de un blog, un articulo de un periódico o casi cualquier cosa.

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(Craig Mod, «Post-ArtfactBooks and Publishing»)

4. Conclusiones: El prosumidor y el mercado editorial, entendiendo el sistema libro.

El consumidor (que ahora es prosumidor) quiere tener acceso a los contenidos y quiere poder hacer con ellos lo que quiera. Quiere remezclar y seleccionar y mantener una relación mucho más autónoma y participativa que en el paradigma anterior. Poco a poco las empresas con capacidad para reaccionar (como Amazon) se han dado cuenta de este fenómeno y han empezado a darle una respuesta, Apple también lo intenta, pero es un modelo aun muy centrado en el libro como gran artefacto inmutable. En un producto que imita las características superficiales del libro impreso y se presenta como un subproducto limitando las capacidades y potencialidades del libro digital como tal.

Este resultado genera que a la larga se produzca un gran alejamiento entre el mercado editorial y los usuarios. Por un lado, los segundos no están dispuestos a seguir las normas que impone el sector editorial, sobre todo en todo lo que tiene que ver con limitar las interacciones, con controlar el sistema post-artefacto y coartarlo. Mientras que por el otro el sector editorial no esta dispuesto a invitar a los usuarios en ninguno de los sistemas y se sigue aferrando a un modelo claramente analógico y alejado de la realidad digital.

Estos cambios, poco a poco iránintroduciéndose en el mundo digital y en el mercado editorial. Las posturas de unos de otros necesariamente debe confluir, ya que todos queremos que exista un mercado editorial que edite y asegure la existencia de la cultura y los autores quieren vender sus libros y vivir de ello. Sin embargo, aún estamos muy lejos de ver un mercado editorial que abrace, sin reservas, el modelo digital.

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300368_10151010477657063_396979350_nSoy Eduardo Vicent Clemente. Tengo 30 años y trabajo de camarero. Estudié Sociología y Ciencias Políticas en la Universitat de València. Hice una estancia Erasmus en París (Francia) y estuve de voluntario en Guayaquil (Ecuador). Mi interés por la cultura y el mundo de lo digital ha sido siempre una constante y me ha acompañado a lo largo de mi vida. Actualmente estudio el máster de Edición Digital de la UOC y hago mis prácticas para librosensayo.com. Estoy a vuestra disposición en @eduardovicent o www.eduardovicent.com
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