WE STILL LOVE YOU!: LA NUEVA RELACIÓN AUTORES-EDITORES

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*Ecos de Sumer, cuaderno de edición escrito por Antonio Adsuar

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Voy a escribir un #ebook, me van a editar un #ebook, vamos a publicar un #ebook. Pues sí amigos, la temporada en Barcelona se acaba, el curso escolar llega a su fin y en breve marcharé al pueblo. Alejado de las luces de la ciudad, de sus eventos atractivos y fulgurantes, me será más fácil reflexionar.

Pretendo recopilar todo lo meditado y escrito en este cuaderno editorial de Ecos de Sumer, enriquecerlo y reelaborarlo para acabar generando un libro electrónico que vamos a subtitular algo así como «guía digital para autores, editores y libreros».

Se trata de repensar todo lo pergeñado durante estos cuatro años y leer nuevos documentos y libros que tengo pendientes para alumbrar un material totalmente nuevo, que espero sirva para ayudar a los diferentes actores del sector del libro a comprender y actuar mejor en medio de la tormenta que nos trae la llamada «disrupción digital».

Me acompañará gustosamente en esta tarea el editor y amigo José Ángel Martos, que comanda con pulso firme y entusiasta editorial diëresis. Serán un placer total contar con su ayuda y aliento para trabar y lanzar este #ebook, que preveemos tendrá una extensión breve, de unas cuarenta páginas. Bueno, ya os iré desvelando más desde esta bitácora que, es bueno recordarlo ahora, nació un 21 de julio de 2012.

a)¿Qué relación editor-autor?: nuevos universos informacionales

Pues bien, para ir calentando motores he urdido este post que hoy os traigo y que versará sobre las relaciones del editor con el autor. Mi idea es que este pequeño #ebook que os he presentado más arriba incida mucho en las posibilidades de colaboración entre agentes del sector; trataremos de estructurarlo de forma que se observen claramente las necesarias complicidades entre escritores y «editors+publishers».

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Entonces, formulemos la pregunta de arranque: ¿cómo las mutaciones en el ecosistema de la industria editorial cambian los vínculos entre autores y editores?.

Parto de un diagnóstico previo en el que se basa toda mi argumentación: el cosmos informacional ha variado enormemente con la aparición de internet. El content shock, las nuevas tecnologías de la información y la comunicación y la economía de la atención lo transforman todo.

Aquel editor clásico y sublime, dueño y señor de la prensa gutenberiana y amo de los derechos de autor, ha caído. Citando el libro «Here comes everybody» de Clay Shirky: “So long as publishing was expensive, publishers would be rare”.

Amigos, para bien o para mal esto ya no es así, todos podemos publicar y alcanzar una audiencia mundial en un click. ¿Qué es publicar entonces hoy, cómo agrega valor el editor en este nuevo paradigma informacional?, ¿qué rol juega ahora el autor?…partamos del papel este segundo actor.

b)La rebelión de los autores mutantes-emponderados

Muchos autores han odiado, odian y odiarán a los editores. En su diálogo interno departían numerosos escritores así consigo mismos tras la apertura de la era-red:

-Editor malvado, tú me dijiste que lo que había escrito no valía; pues mira, ahora me publico yo, tengo el poder, puedo ir directamente a la GENTE y no te necesito ya para demostrar que lo que escribo es interesante, artístico y genial.

Entiendo esta postura en parte…me imagino, por ejemplo, que hubiera tenido que contar con la aprobación de alguien para poder poner en marcha el proyecto Librosensayo.com.

Pero los autores no deben caer en el error de despreciar a los editores. Han de entender varias cosas: publicar, como nos enseñó Mariana Eguaras, no es editar. Me puedo autopublicar pero raramente soy capaz de autoeditarme. ¿Cómo pueden entonces los editores ayudar al autor en nuestro nuevo cyber-espacio?: el editor tiene prestigio y capital simbólico y, muy importante, si tiene una trayectoria y un buen catálogo, dispone de una imagen de marca y de un contexto de significado que aportará mucho a mi obra.

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El editor amplifica mi texto (uso aquí terminología que ha puesto en juego M. Bhaskar en su escrito «La máquina de contenido»). Tenemos que pedirle al editor nuevas destrezas y hacernos, como autores, nuevas preguntas: ¿Puede situar mi editor mi libro en comunidades digitales segmentadas que me ayuden a vender el contenido? (el facebook de la editorial, su lista de correos electrónicos), ¿posiciona la web del editor en Google como un lugar prestigioso en relación a la temática que estoy trabajando?…¿puede ayudarme a medir mi alcance, a conocer a aquellos que me leen, a realizar márketing one-to-one, a construir mi base de datos de lectores, a dialogar con ellos?.

El editor, en definitiva, posee un «banco de tiempo, un depósito de atención» que puedo aprovechar. Se trata, como dijo Neus Arqués (se lo recordé yo mismo hace poco en una charla en restaurante Malpaso, ejej) de unir marcas. Evitemos caer en la trampa: el autor no lo puede hacer todo, no debe siquiera intentarlo.

c)El nuevo editor: viejas fortalezas y capital contante.

El editor, creo que es importante señalarlo en primer lugar, aún conoce y controla como nadie el canal tradicional, aquel que se basa en el libro de papel, la distribución clásica y la implantación en librerías. Cuando no existía internet la autoedición chocaba con un escollo quasi insalvable: ya podía usted imprimirse sus libros e ir de librería en librería intentando que fueran aceptados; si tu libro no venía avalado por alguna distribuidora conocida no había nada que hacer.

El editor también tiene, por lo general, más y mejor contacto con los medios tradicionales: conoce a los periodistas culturales adecuados, tiene vías de acceso privilegiadas con los suplementos librescos.

Creo que también es relevante destacar un aspecto crucial que hoy en día se pasa demasiado por alto: el editor dispone de capital, de pasta. Puede invertir en un autor y darle tiempo, confiar en él y garantizarle en parte que su obra tendrá repercusión.

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Cuando el autor se siente respaldado y puede trabajar bien el texto la calidad del contenido suele ser más alta. De todo esto hablamos en el post «El autor Juan Palomo». Pensemos por ejemplo en cómo Carmen Balcells ayudó a Vargas Llosa o García Márquez a devenir escritores profesionales al financiarles su vida en la Barcelona del boom.

Aunque esta tendencia va a la baja y el editor tiende cada vez más a contratar textos de autores que ya han demostrado que ya tienen un público (¿cuántos editores estarán paseando por Amazon buscando el nuevo best-seller mientras lees estas líneas?) para cierto tipo de obra y cierto tipo de editorial esta función «aseguradora» del editor seguirá siendo importante y creo que es positivo que así sea.

d)Conclusión

Recapitulemos. En el actual entorno red, caracterizado por la hiperfragmentación de la atención, la dispersión de públicos, la inflación de la formas de ocio, el declive casi total de la fidelidad de los lectores-compradores y la avalancha de contenidos necesitamos más editores que nunca. No obstante, estos han de entender que sus funciones tienen que cambiar.

El autor y el editor deben entenderse y colaborar. Somos todos «content people» y si hacemos la guerra por nuestra cuenta los modelos de negocio y las formas de entender las obras como meras commodities se impondrán (recomiendo siempre a este respecto leer «Free ride», de Robert B. Levine).

Los autores han de aportar sus comunidades de lectores, han de contribuir al éxito de la propuesta editorial implicando a sus audiencias para generar demanda. Un buen dominio de las herramientas del márketing digital se me antoja imprescindible a la hora de tener éxito en este cometido.

El editor debe poner a disposición del autor todos los puntos fuertes ya destacados y estar abierto a aprender y aproximarse al mundo de internet y las comunidades de lectores.

Únicamente unidos podremos contribuir a un crear un contexto en el que nuestros producto, nuestros libros, sigan teniendo demanda. Exploremos además otros modelos de negocio vinculados a los servicios y entendamos que la relación con el lector, más allá del contenido, es el centro de la edición del futuro. Vamos.

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Antonio Adsuar

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Soy fundador e impulsor principal de librosensayo.com. Licenciado en historia por la Universidad de Alicante y doctor en filosofía por la Universidad de Murcia, tras hacer un máster en gestión cultural en la UOC descubrí la tremenda transformación que estaba viviendo la industria editorial, el mundo del libro y la cultura escrita en general con la llegada de internet.

Tras 8 meses de concepción y puesta en marcha del proyecto creamos con un grupo de amigos librosensayo.com en mayo de 2013. La idea básica era sencilla: construir un sitio abierto y colaborativo para reflexionar sobre el futuro de las industrias culturales centrándonos en repensar la industria editorial, el periodismo, la educación y el futuro de la sociedad conectada, ayudados por la aproximación a textos de sociología sobre la cultura y el consumo en la sociedad contemporánea.

►►¿Hablamos? Me encuentras en: adsuar.antonio[arroba]librosensayo.com o en twitter en @AntonioAdsuar o en mi perfil de Linkedin ¡Un saludo a todos!

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