Libros de ensayo recomendados, sociología de la lectura
*284 páginas
Para hacerse lector no basta con saber leer. Hay mucha gente que sabe leer, incluso muy bien, pero no son lectores. Saber leer es condición sine qua non para hacerse lector, pero una competencia lectora a prueba de un examen de PISA no es garantía absoluta de que dicha persona se haga lectora de por vida.
No es suficiente saber leer bien para hacerse lector con garantías. Hace falta un algo más. ¿El qué? Nadie lo sabe. Cada persona es un X-man en este aspecto. Sí sabemos con certeza que la lectura no cotiza en la Bolsa de los valores de la sociedad. Sí sabemos que los valores que exige la lectura –el silencio, la lentitud, la soledad, la autonomía, la utilidad de lo inútil-, tampoco están en la agenda axiológica de la sociedad actual. Así las cosas, hacerse lector, más que un asunto de saber leer bien, depende de ser de otro modo.
Título: Preferiría no leer (284 páginas)
Autor: Víctor Moreno
Editorial: Pamiela
Armando
En mis años de universidad, tuve una asignatura que, si bien no recuerdo su nombre, consistía en aprender a hacer una lectura rápida y comprensiva. Al principio pensé, qué sentido tiene dedicar un cuatrimestre a esto. Cuando le terminé, le encontré todo el sentido.
Juan Pablo
En mi universidad se habla de una idea que aparece en el resumen de este libro, que es el analfabetismo de segundo grado. Hoy en día, diríamos, casi todos somos «alfabetos»: pocos quedan que no sepan leer y, si no, ya tenemos aplicaciones para enseñar a hacerlo. Pero para «leer» el sentido de los textos hace falta muchos más. Muy interesante lo que se dice aquí de que hace falta un modo distinto de ser para poder leer.
Antonio Adsuar
Este libro me atrajo mucho cuando lo pesqué en La central de calle Mallorca de Barcelona. La idea, como decís, es muy interesante. Erradicar el analfabetismo funcional es clave…¡tenemos una sociedad alfabetizada pero no lectora! ¿Posible libro del mes?, ¿Alguien se anima?. jeje
Carmoran
Yo suelo decir que aprendí a leer a los 20 años, cuando me di cuenta de que tenía que averiguar lo que el libro quería decirme, y no limitarme a pasar hoja por hoja para añadir otro libro leído más a la rinconera.