PRESCRIBIR ES DIALOGAR, ¡ADELANTE LIBREROS!

*Ecos de Sumer, cuaderno de edición escrito por Antonio Adsuar   En estos últimos meses este blog se ha centrado en analizar con carácter general la importancia de la …

*Ecos de Sumer, cuaderno de edición escrito por Antonio Adsuar

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En estos últimos meses este blog se ha centrado en analizar con carácter general la importancia de la lectura desde la óptica de los valores cívicos. Creo que han sido entradas diferentes y espero que hayan servido para aportar nuevos puntos de vista y para vindicar eficazmente la necesidad de generar nuevos lectores activos que sustenten la creación de una sociedad mejor en un mundo atravesado por las contradicciones post-modernas del hipercapitalismo global y espectacular.

En julio este blog cumplirá cuatro años, no es mala marca. Pretendo en estos meses que vienen volver poco a poco a realizar aportaciones que tengan como objetivo facilitar herramientas a los diferentes agentes de la cadena/red de valor de libro que les ayuden a afrontar los retos de la era digital. Estas son las dos vertientes del proyecto Librosensayo.com: una reivindicación de la importancia de la lectura para el progreso social y una reflexión más orientada a ayudar a reinventar la industria del libro.

Hoy quiero retomar un asunto que traté en diversas ocasiones: el futuro de la librería. Me basaré en las cavilaciones vertidas en el capítulo segundo del libro «Vers la fin des librairies? de V.Chabault. Ya anticipé algunas de las ideas que expondré aquí en mi reciente visita al máster de la Escuela de librería de la Universitat de Barcelona (agradezco desde estas líneas la amable invitación de sus responsables: Lluís Agustí y Amadeu Pons).Veamos pues qué podemos proponer para echar una mano a nuestros heroicos libreros del siglo XXI.

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Afirma Vicent Chabault que los establecimientos dedicados a la venta de libros sufrieron una gran transformación con la consolidación en la década de los setenta del régimen de autoservicio en las librerías. Los espacios dedicados a la comercialización de libros se equiparaban al adoptar este modelo a los grandes supermercados, que décadas atrás ya habían enterrado dinámicas antiguas consolidando prácticas propias de un contexto marcado por el consumismo de masas.

El lector ya no tenía porque preguntar nada al librero que, antiguamente y a imagen y semejanza de la mercería clásica, sí debía despachar los libros que atesoraba detrás del mostrador a un lector más conocido, con el que forzosamente dialogaba. A partir del momento en el que la librería adoptó el modelo comercial del autoservicio el lector pasó, en mayor medida, a ser un comprador perfectamente desconocido.

davPresentando Librosensayo.com en la Escuela de librería, gracias a Verónica Gallo por la foto

Pues bien, mi propuesta hoy es sencilla: hemos de volver a dialogar con el lector. Eso sí, antes debemos comprender que tratamos con leedores diferentes, con lectores zapping, con lectores postmodernos. Así mismo, tenemos que incorporaren nuestras prácticas diarias como profesionales prescriptores habilidades y utensilios digitales. No obstante, se trata en esencia de volver a lo de siempre: si conocemos los libros que vendemos y nos relacionamos con nuestros lectores-clientes podremos con mucha mayor facilidad llegar a realizar estas “conexiones felices” autor-libro-lector, que son la mayor garantía a la hora de crear compradores asiduos a nuestra librería.

Las librerías son comercios y lugares de un valor simbólico fuerte. El cliente que gasta su dinero en nuestra tienda ha de sentir que, de alguna forma, alimentamos también su pasión por la lectura en general y por los temas que le interesan en particular. También vendemos, nunca lo olvidemos, contacto humano, complicidad y emociones compartidas.

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Librería Alberti de Madrid

Aspiramos, en definitiva, a crear en torno a nuestra libreríauna tribu lectora con identidad propia, que se identifique con nuestro proyecto más allá de aparecer de forma esporádica por el local a comprar tacos de papel impresos. Esta forma de entender nuestra empresa nos diferenciará de la competencia, tanto de las grandes superficies libreras como Casa del libro o FNAC como de Amazon. Recomiendo en relación a este necesidad leer mi post tribu editorial: comunidad y venta directa.

Seamos prácticos para finalizar…¿qué actuaciones concretas os puedo proponer para poner en marcha este plan de fundación de una comunidad de lectores propia?. Al loro…

Usemos herramientas digitales para conversar a los lectores cuando no se encuentren en la librería, hemos de seguir prescribiendo en los entornos virtuales en los que viven conectados nuestros clientes cada día

-Podemos usar muchos intrumentos-red: mailings/email márketing, redes sociales, posicionar correctamente nuestra web en google mediante técnicas SEO/SEM, gestionar un blog y página web de la librería realizando análisis de datos de los visitantes

dialogar

Todas estas acciones online deben ejecutarse coordinadamente con las actuaciones offline en la tienda: identificación de los clientes-lectores mediante encuestas y conversaciones «insitu», realización de eventos en la librería, cesión del espacio para que sean los propios lectores los que propongan actividad (¿podemos copiar en «mini» el excelente modelo meetup?)

Para ir terminando quiero remarcar dos ideas: comprender la necesidad de administrar continua y eficazmente una buena base de datos de lectores y crear sinergias que nos sirvan para cruzar las informaciones sobre cada lector que vamos captando en el entorno offline y online es fundamental.

Como libreros hemos de aprender a valorar la relevancia de una cultura orientada a datos y conocimiento del cliente-leedor, desarrollemos una estrategia de «big data casero».

Por hoy dejo esta incursión aquí deseando larga vida a los libreros y invitándoos a comentarme a pie de post o por mail lo que queráis. Se trata de conversar, conversar y conversar…como sabéis es un placer hablar de libros. No hay más secreto, ¡Adelante libreros!

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Antonio Adsuar

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Soy fundador e impulsor principal de librosensayo.com. Licenciado en historia por la Universidad de Alicante y doctor en filosofía por la Universidad de Murcia, tras hacer un máster en gestión cultural en la UOC descubrí la tremenda transformación que estaba viviendo la industria editorial, el mundo del libro y la cultura escrita en general con la llegada de internet.

Tras 8 meses de concepción y puesta en marcha del proyecto creamos con un grupo de amigos librosensayo.com en mayo de 2013. La idea básica era sencilla: construir un sitio abierto y colaborativo para reflexionar sobre el futuro de las industrias culturales centrándonos en repensar la industria editorial, el periodismo, la educación y el futuro de la sociedad conectada, ayudados por la aproximación a textos de sociología sobre la cultura y el consumo en la sociedad contemporánea.

►►¿Hablamos? Me encuentras en: adsuar.antonio[arroba]librosensayo.com o en twitter en @AntonioAdsuar o en mi perfil de Linkedin ¡Un saludo a todos!

Si quieres saber más sobre mi clica aquí

 

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5 comments

  1.    Responder

    Saludos a todos y gracias por vuestras palabra sobre el post,
    Estoy con Armando, hemos de recordar a los lectores el valor de acudir a comercios libreros de proximidad y evitar en la medida de los posible Carrefoures y Amazones…¡incluso comprando el último best-seller freak para nuestro tío en la librería de barrio aportamos nuestro grano de arena!

    Como decís he tratado de aportar ideas simples y creo que factibles…sólo se trata de introducirlas en nuestras rutinas diarias y ser consciente que la peña está todo el día con el móvil…hay que meter libros ahí, en el smartphone y el librero tiene que estar presente en las pantallitas compitiendo por la atención con el último wasap para recordarle al lector que lo es y que hay libro que valen mucho la pena…para eso la prescripción personalizada es vital como bien decís.

    Como Juan Pablo comentaba creo que con el modelo librero de masas, que arrancó con la FNAC creo, al menos en Europa, se ha olvidado la esencia del oficio que, quiero pensar, debe ser la conversación.

    Con Carmoran reinvindico también los libro de papel pero no olvidemos que lo que hemos de dar es servicio al lector, en el formato que él desee…

    ¿Queréis escuchar aun librero #TOP?, Pasaos por este AUDIO: –> http://librosensayo.com/entrevista-damia-gallardo-librero-en-laie-cccb-futuro-de-la-libreria-sector-editorial/

    ¡Saludos a todos, vivan los libreros!

    1.    ResponderReport user

      Además, y para completar el comentario, recordar que los precios de los libros no varía entre establecimientos, una razón importante para acudir al pequeño librero, ese que conoce lo que vende, que te sabe recomendar, y que, en definitiva, aprecia la labor que realiza, fomentando la continuidad de estos comercios mucho más implicados en este sector cultural que los simples comercios-expendedores de libros.

  2.    ResponderReport user

    Tenemos que tener algo más en cuenta, y es la proliferación de simples dependientes en detrimento de los verdaderos libreros. Cada vez más, y no solamente en las grandes cadenas sino también en comercios locales, encontramos empleados que simplemente te cobran el libro que te quieres llevar, o te lo buscan en un ordenador para ver si lo tuvieran en el almacén, pero que a la hora de entablar una conversación sobre libros, buscar una recomendación, o similar, tienen grandes carencias.
    Por otra parte, me gustan mucho las librerías especializadas. Siempre que he acudido a una de ellas he salido con la total impresión de que se conoce lo que se vende, y que además les apasiona. La relación librero-cliente es completamente distinta a la que existe en una librería más general. Creo que es una buena forma de reactivar el comercio librero, y además poder «huir» de estos grandes centros tan impersonales en los que simplemente te venden un conjunto de papel unido.
    Por otra parte, las cuestiones que plantea el artículo no son solamente muy buenas, sino que además, a mi parecer, son muy simples y fáciles de llevar a cabo. Y recordar algo a los que nos gustan los libros, y es acudir a esas pequeñas librerías para saciar nuestros deseos lectores, y evitar en lo posible otras grandes superficies. Yo lo tengo muy claro.

  3.    ResponderReport user

    Hola Antonio,
    se ve complicada la tarea de mantener las librerías y libreros de toda la vida ante el auge de la digitalización y el conseguirlo todo a golpe de clik. Pero en ese sentido creo que los lectores que valoramos mucho la textura y el olor de un libro, tenemos también mucha responsabilidad en no dejar que la profesión del librero muera. Yo desde luego tengo claro que un ebook jamás podrá reemplazar al libro de pasta.

  4.    ResponderReport user

    Muchas gracias, Antonio, por reivindicar el papel que pueda tener el librero en el siglo XXI. La librería sigue siendo un lugar ideal para la buena «conversación», al estilo dieciochesco, sólo que ahora deberá ser una conversación más amplia. A estas alturas, un buen librero deberá especializarse en algo concreto y ser como ese viejo judío del cuento de Zweig, «Mendel el de los libros», que sabe –aunque no los haya leído– que hay en el mercado sobre varios asuntos y cómo conseguirlo. La única duda que siempre me asalta al leer o decir estas cosas es: ¿no era y ha sido siempre esa la labor del librero? ¿Qué ha pasado para que tengamos que repetirlo o revisarlo de nuevo?

    Enhorabuena por la invitación, por cierto.