EL EDITOR EN CHANCLAS: APOSTEMOS POR LOS SERVICIOS

Ecos de Sumer, cuaderno de edición escrito por Antonio Adsuar

Ya nos hallamos de lleno inmersos en el verano atroz. El editor se ha tomado unos diez días de descanso…Hacer presentaciones en la ciudad no tiene sentido en julio, los autores están ilocalizables, la feria de Madrid ya terminó.

Tal vez al editor en chanclas, relajado y absorto, se le va la mente de vez en cuando…y entonces se da cuenta de que estas pausas estivales son quizás el momento más precioso, el instante en el que todo puede repensarse, en el que se puede nacer de nuevo.

Nuestro editor, entre horchata y horchata levantina, valora las cifras de ventas. Se está recuperando pero el sector no remonta lo suficiente. Tiene que hacer algo más, debe innovar…Pero, ¿qué es ese algo que se puede hacer?.

Evidentemente se pueden hacer muchas cosas, el libro, amigos, tiene cuerda para rato. En este post os quiero sugerir que penséis en una de esas cosas con las que opino que vale la pena experimentar: la búsqueda de ingresos por la vía de los servicios (todas estas ideas las he desarrollado más extensamente en el capítulo de mi libro «La odisea del libro, la transición digital» titulado «Del producto a los productos pasando por los servicios»).

Clica en la image y Descubre «La odisea del libro»

Nuestro negocio está demasiado centrado en la venta unitaria del libro en papel. Hay, considero, vida más allá, hay fórmulas no tan costosas e imposibles de, con un poco más de esfuerzo e imaginación, generar otros flujos de caja que nos permitan continuar editando. Veamos.

Hemos de partir de la compresión radical de una idea no tan evidente: el valor con el que comercializamos reside en el contenido y este puede adoptar diversos formatos, no tiene necesariamente que materializarse en un libro de papel.

El editor cuenta por una parte con las ideas de un autor y por otro lado necesita un público que quiera pagar por acceder a estas ideas. El corazón de nuestro negocio, por lo tanto, pasa por conectar eficazmente al autor con aquellos que quieran apropiarse de su experiencia.

En mi opinión, si entendemos esto de verdad, pronto comenzaremos a idear como editores nuevas fuentes de ingresos que no pasen por la venta de producto alguno. Si, vale, como teoría está muy bien Antonio pero…¿Puedes darnos ejemplos concretos, factibles, que podamos implementar YA en la editorial?.

Por supuesto, podéis por ejemplo empezar a poner en marcha:

–Cursos presenciales con el autor: si es un autor de ficción puede formar a futuros escritores, si es una autor de ensayo o de una disciplina práctica puede protagonizar un seminario sobre el contenido de su ensayo o un taller.

–Cursos on-line: estos mismos cursos presenciales se pueden grabar y «enlatar» para que el usuario pague por su descarga. En el mundo del márketing digital es una práctica muy común. Os recomiendo a este respecto visitar el blog de Franck Scipion.

–Servicios editoriales: como editores contamos con una «expertise» sobre el libro que podemos vender en el mercado. Podemos ofrecer servicios de corrección, maquetación, diseño y podemos aconsejar a autores sobre a qué editorial pueden dirigir su propuesta o dar charlas sobre el sector editorial a públicos interesados.

–Asociaciones con otras empresas de contenidos: hoy en día la demanda de contenidos, de historias, es mayor que nunca. Siempre de acuerdo con mis autores, puedo comercializar mis contenidos existentes o crear contenidos derivados que compren empresas de muy variados tipos: corporaciones que quieran contenidos para generar mundos virtuales, revistas, asociaciones culturales, ONGS, etc.

Llegó la hora de concluir el post de hoy amigos y amigas. La idea que os propongo es más simple de lo que parece: experimentad, tratad de monetizar de nuevas formas el contenido que ya poseéis, atreveos a ir más allá del libro de papel. Necesitamos nuevos ingresos para mantener una estructuras que, como sabéis mejor que nadie, permiten aún a día de hoy financiar el contenido de calidad, aquel al que el autor dedica mucho tiempo y esfuerzo. 

Darle valor de mercado de una forma diferente es nuestro reto hoy. ¡Adelante!

Todas estas ideas, que aquí resumo, las he desarrollado mucho más en el texto que acabo de lanzar «La odisea del libro: la transición digital» que cuenta con un capítulo especialmente dedicado a los editores.

¡Clica la imagen y descubre el libro!