LIBROS E IMÁGENES: LA ARMONÍA DEL NUEVO LECTOR

Ecos de Sumer, cuaderno de edición escrito por Antonio Adsuar

Saludos amigos, ya se acerca la primavera y las fallas se plantan en Valencia, que también celebrará pronto su feria de libro (estamos preparando algunas cosas para esta cita, ya os informaré).

Hoy os quiero hablar sobre la crecimente importante de las imágenes en nuestra sociedad actual y cómo esta nueva relavancia atronadora está cambiando las formas de descubrir y llegar hasta los libros.

Nos es necesario ser un lince digital, un gurú máximo y excelso, para saber que con el auge de internet cada día consumimos o somos consumidos por cientos y cientos de imágenes. ¿Cómo podemos aprovechar esta social para conseguir que más lectores lleguen a nuestros libros?. Pasemos a detallarlo:

-En un contexto como el actual, la imagen de portada de nuestros libros físicos y digitales es crucial para que nuestras escritos sean conocidos por más lectores. Debemos ser muy ciudadosos y subir a nuestra web y redes sociales imágenes de calidad, fácilmente compartibles y exportables a los diferentes formatos y dispositivos.

–Nuestra meta es simple: hemos de crear portadas bellas, que provoquen gozo en el lector. La empatía, la emoción que generan las figuras que escojemos para representar a nuestros libros, permitirá que los lectores/usuarios las compartan en las redes. ¡Pensemos cómo animarlos a hacerlo y cómo premiarlos por ello! (un ejemplo interesante lo encontramos en la cuenta de Instagram de editorial Turner).

-Cuando mejor tengamos definido al público objetivo al que está dirigida cada colección más fácilmente podremos escoger el tipo de imágenes con las que intentamos seducirlos. Pensemos: ¿Qué tipo de estética les atraerá, con cuál se sentirán identificados, qué logos y dibujos les permitirán entender de forma más sencilla, con sólo un vistazo, de qué tipo de colección se trata?.

–Sopesemos también la posibilidad de incorporar dibujos o ilustraciones originales y de calidad que aporten valor a nuestros textos. Estamos viendo cómo muchas editoriales jóvenes reeditan clásicos como Alicia en el país de las maravillas con imágenes nuevas que acompañan a las palabras.

–Podemos apoyar nuestros libros con representaciones que ya se han hecho populares. Por ejemplo, en muchas ocasiones observamos como un libro muestra en portada el cartel de una película que se ha realizado recientemente sobre él; el público ha visto la imagen de la película gracias al esfuerzo promocional de sus productores y de ello se puede beneficiar nuestro texto.

-Recordemos además que la imagen de las colecciones ha de ser coherente con el logo e identidad visual global de nuestra editorial.

Finalizo con un breve apunte suplementario: las nuevas generaciones están muy acostumbradas a las imágenes, su lenguaje se construye a partir de ellas. Ayudémonos del potencial de lo visual para atraerlos al mundo de las palabras y consigamos así que la armonía entre el logos y su bella representación vaya generando nuevos lectores, los lectores del porvenir.

Si sois autores, editores, libreros y bibliotecarios y  queréis saber más sobre cómo digitalizaros en la era-red, os invito a conocer «La odisea del libro, la transición digital».

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