Actividad

Amazon es desde luego un agente disruptivo que da un muy buen servicio. Está cambiado la industria editorial, esto es evidente. No obstante creo que hay que valorar el tipo de edición que fomentamos al comprar en Amazon. ¿Queremos un mundo en el que sea esta gran corporación la que se convierta en un monopolio de facto en lo que a visibilidad y venta de libros se refiere?. Yo siempre defiendo el equilibrio y por lo tanto trabajo para que polos alternativos ofrezcan, en la medida de lo posible, alternativas.

Conchi, gracias por tu interés. Lo de Amazón es el caballo de batalla de una disquisición interesante: Para uno de pueblo, como yo, Amazón –y su hijuela Iberlibro– son la tabla de salvación de la lectura. En mi pueblo hay dos librerías pero ninguna de ellas aguanta el ritmo de libros que le pido que traiga. Y obviamente no es por cantidad, sino por el tipo de libros que le pedía. Probé durante años el trabajar con las librerías de mi pueblo y no me funcionó. El librero está interesado en vender las novedades que le manda la editorial. Si tú haces, como yo lo hacía, un pedido y otro de libros que tiene que traerse ex-profeso de la editorial —y en mi caso era el 100%—-, verás que se desmarcan y te ponen pegas y no te traen libros porque son «difíciles». Este eufemismo quería decir que no les interesaba como cliente. Y es normal, ellos no pueden atender al tipo de lector que yo era y soy. El trabajar frustrado en mi pueblo me sucedía a mí mucho antes de llegar Amazón, y en aquellos tiempos lo solventaba de la siguiente manera: Dada mi obligación de ir a Madrid una vez al mes por lo menos, compraba en Casa del Libro (Planeta, Gran Vía) o Fnac (callao). Y cada mes me venía cargado con una maleta gorda llena de libros. Ante este panorama lo de Amazón es como un milagro. Combinado con Iberlibro, que también funciona muy bien, es la primera vez en mi vida que sé que tengo a mi alcance prácticamente todos los libros del mundo, en español, en lenguas extranjeras, nuevos, usados, etc. … Hace poco compré una edición de un libro de 1908, en una librería de Vigo (Pontevedra, para el que no lo sepa, que cada vez hay (¡ay!) más gente que no lo sabe). Es milagroso: si antes hubiera querido comprar ese libro, me hubiera tenido que pasear por toda España. Amazón funciona muy bien engrasado, con rapidez y, sobre todo, con seriedad en entrega, información que te tiene al tanto de cómo van tus pedidos, por qué agencia, etc…. Son las cosas de ser monstruoso. ¿Acabará con todos los libreros? Lo que puede suceder es que salgan Amazones paralelos que lo obliguen a seguir cumpliendo. La librería pequeña, ¿se muere? No lo sé, para mí está muerta hace años, nuestros catálogos –lo que ella ofrece y lo que yo demando– son completamente divergentes. Aún así, hay que ir a husmear por las librerías cuando se pueda, leer la mayor cantidad posible sobre nuevas ediciones, etc., Ir a la librería aunque solo sea para comprar después en Amazon y de paso oler el humo de tinta que flota por la librería…… ¿O comprar en Alibabá? Bien, y además mis últimas compras en Amazón han incluido: una caja de rotuladores, un impresora, una agenda del 2015, un teléfono móvil, un despertador, un paquete de hojas de libro de contabilidad, etc… Además de muchos libros. Es verdad que el monstruo es peligroso en cierto sentido, y que Antonio Adsuar nos tiene avisados. Otro día haremos unos bonitos comentarios a los comentarios del Gran Jefe A. Adsuar. Yo, por ahora, no defiendo Amazón, me limito a comprar, aunque… también tengo el emule atiborrado y cosas así, Quien esté libre de pecado, que tire la 1ª piedra.— Saludos Conchi y perdón por el tostón que te he largao —– apaa