LA TIERRA DE HIELO Y FUEGO

*Un artículo de Laura Martínez Ajona Lejos de hacer referencia a una saga literaria de gran repercusión mundial de título similar, en esta ocasión se pretende abordar la situación …

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*Un artículo de Laura Martínez Ajona

Lejos de hacer referencia a una saga literaria de gran repercusión mundial de título similar, en esta ocasión se pretende abordar la situación de la edición en Islandia.

Y es que en un país con una población de aproximadamente 328.000 habitantes (2014) se publica la friolera de 1.500 libros anuales según el MidstödIslenskraBókmennta a través de, al menos,39 editoriales. Para desentrañar el porqué de tan abultada cantidad de novedades anuales y editoriales habría que mencionar la costumbre islandesa de regalar libros por Navidad (razón por la cual existe una gran estacionalidad en el sector); dicha costumbre se remonta a la 2ª Guerra Mundial, cuando el país no podía importar apenas bienes extranjeros y, debido a las condiciones económicas,aquello propició que lo que se regalaran los islandeses fueran libros, además, Islandia ya contaba con una extensa tradición literaria, inspirada en sus mitos, leyendas y paisajes propios de una ensoñación. A raíz de aquello, se fue haciendo habitual regalar libros cada Navidad, así como supuso el florecimiento de un sinnúmero de escritores islandeses, cosa que hace que en la actualidad Islandia sea el país con el mayor número de autores publicados del mundo. Sin embargo, y como se comentaba líneas atrás, el amor por la literatura viene de lejos, como apuntó en la ceremonia inaugural de la Feria del Libro de Fráncfort de 2011 OlafurRagnarGrimsson,el entonces presidente islandés: “Sin literatura tal vez nunca nos hubiéramos convertido en un país”, y a la que el país norteño asistió en calidad de invitado de honor.

La relevancia de la publicación es tal que anualmente cada familia recibe gratuitamente en su casa el bókatídindi un catálogo con todas las novedades disponibles de cara a la compra navideña, ya sean en papel, en digital o en audio y que aparecen ordenadas por temática y soporte. Obviamente, y como se trata de un regalo, gran parte de los libros acostumbran a presentarse en papel y como ediciones de lujo, aunque en los últimos años han empezado a comercializarse los libros de bolsillo, a lo que el mercado interior ha reaccionado satisfactoriamente, ya que los islandeses, como era de esperar, no solo desean leer a partir de diciembre y para ello no es necesario disponer únicamente de ediciones preciosistas.

El problema actual, sin embargo, reside en la combinación entre el elevado número de títulos publicados en poco tiempo -cosa que redunda en el solapamiento de títulos- y la estacionalidad anteriormente mencionada, que tiene lugar con la Christmas Book Flood, de modo que al final de la temporada muchos ejemplares acaban teniendo que ser destruidos a causa de la dificultad de un almacenaje continuo.

Hace un par de días E. Brandsma citaba a la gerente de MálogMenningbookstore, A. Friðriksdóttir, para quien el mayor problema no es otro que las elevadas cantidades de ejemplares publicados a fin de abaratar costes, lo que provoca que hayan grandes excedentes, y en consecuencia, se derive en la destrucción de grandes cantidades de ejemplares. Otra dificultad, según Friðriksdóttir, vendría a ser el carácter quasigregario del mundo editorial islandés, por el que se han llegado a publicar al unísono hasta 100 novedades editoriales sobre un mismo tema, y es que según parece, uno inicia una tendencia y los demás la siguen, cosa que repercute directamente en la saturación del mercado.

Por su parte, el director de la editorial Forlagið, Jóhann Páll Valdimarsson, sugiere la posibilidad de disminuir la cantidad de puntos de venta para conseguir minimizar la destrucción de tantos libros. No obstante, este mismo actor del panorama editorial fue quien vio las posibilidades de la edición de bolsillo y su venta a lo largo del año en tiendas de ultramarinos, minimizando así la estacionalidad.

En cualquier  caso, el problema aún dista de ser resuelto, ya que, como se comenta en Grapevine.is, no es tan sencillo como disminuir el número de ejemplares publicados, ni el número de autores escogidos, ni tampoco variar los puntos de venta… sino que debe irse más allá. No cabe duda de que se trata de un panorama diferente al que tenemos en España, pero no menos complejo.

 

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