Random House: editores del mundo, ¡exponeos!

Continuamos nuestra serie sobre el curso de la Universitat Pompeu Fabra entorno al libro digital. El mismo día en que intervino Carlos Revés tuvo lugar la que, a mi modo de ver, fue una de las charlas más sugerentes del programa.

El ponente era el experimentado Claudio López de Lamadrid: http://www.linkedin.com/pub/claudio-l%C3%B3pez-de-lamadrid/23/27/1.

Tiene este editor una dilatada trayectoria en el mundo del libro. Tras diez años en Tusquets y seis en Galaxia Gutemberg/círculo de lectores, es ahora director editorial de la rama literaria de Random House Mondadori desde el año 2000.

En un tono distendido, nos explica los proyectos de este gran grupo editorial. Comienza con un aforismo pertinente: “el problema no es el digital, sino ver el digital como un problema”. En RHM se está trabajando para que todos los procesos editoriales tengan como centro el nuevo paradigma. Nos cuenta Claudio que en su opinión los periódicos en papel desaparecerán en 5-10 años. Rotativos tan prestigiosos como “El país” están cambiando los horarios de trabajo para adaptarse a esta nueva era. La web, la edición digital, es el centro absoluto de referencia entorno al cual gira todo lo demás. Ya no estamos ante un periódico de papel que tiene web, sino ante una oferta comunicativa que parte de lo digital. Este es el modelo que RHM quiere adoptar.

Los cambios en la cadena de valor del libro está siendo importantes y cuestionan en alto grado los actuales modelos de negocio. Aquellas empresas que entiendan el calado de los cambios podrán posicionarse más adecuadamente en el futuro, que llega raudo, inexorable. Aunque en la actualidad la rentabilidad está en el papel, un gran grupo como RHM ha de tener visión de futuro y experimentar, arriesgar para abrir caminos inexplorados que serán transitados por los lectores del futuro.

De todo lo dicho anteriormente se desprende la siguiente pregunta de Claudio: ¿cómo podemos conseguir el cambio de mentalidad del editor para que pase a ser un profesional con visión digital?. Me sorprendió un caso que López de Lamadrid nos trajo para ilustrar el calado de esta revolución: un candidato perfecto hace unos meses fue descartado finalmente en un proceso de selección porque aquello que se buscaba eventualmente era totalmente diferente.

En este mundo móvil y cambiante, marcado por la acuciante y abrumadora presencia de lo inmediato, el nuevo editor debe, sobre todo, exponerse. Esta fue una idea clave repetida profusamente por el ponente. El editor debe pasar a ser por encima de todo un comunicador, un prescriptor. Su tarea principal pasa por salir de la torre de marfil, de ese búnker intelectual desde el que otorgaba a los textos un aura sagrada y así los bendecía para que pudieran ser gozados por el pueblo.

La era del editor déspota-ilustrado ha llegado a su fin. Éste debe ser una marca y comprender los medios de comunicación. Esto ha traído, nos dice Claudio, lógicos choques con los periodistas.

Lamadrid, con soltura y convicción, escribe en la pizarra la palabra POST. Estas cuatro siglas, que significan “people, objectives, strategies and technology”, son la base para comprender la edición del mañana

Continúa la charla y se nos muestran dos plataformas que ha creado RHM para materializar todas estas premisas. En primer lugar podemos acceder a http://www.megustaleer.com/, plataforma-paraguas entorno a la cual RHM agrupa todos sus sellos. Por otra parte contamos también con http://megustaescribir.com/, que se define como red social literaria para descubrir talento. Con estas dos apuestas el grupo Random House trata de alcanzar una de las metas imprescindibles en la era digital: generar comunidad entorno a sus apuestas editoriales. Claudio y sus colaboradores desean generar una conversación, relacionar lecturas y poner en contacto a personas que disfrutan con los libros, ya sea leyendo o escribiendo.

Me quedo, para finalizar, con la defensa que hace el editor de la necesidad de experimentar, de equivocarse, de avanzar y retroceder sin dar ningún paso atrás.

Le pregunté a Claudio durante la sesión y también al terminar la misma sobre las nuevas capacidades que necesitaría tener alguien que se interese por trabajar en edición en un futuro. Me trasmitió en su respuesta la misma convicción y entusiasmo que he comentado anteriormente. Estos días leo “Confesiones de una editora poco mentirosa”, en Ediciones B.Se trata de un escrito de memorias de Esther Tusquets, muy recientemente fallecida.

No puedo evitar ver un poco en Claudio a ese seductor que fue el poeta Carlos Barral que nos describe la Tusquets continuamente, que tanto ha significado para la profesión en este país. Deseemos que todo este empuje y visión de futuro sepan aportar aire fresco a la cadena de valor. Buena falta nos hace.