Inicio Forums Principal AUTOR Y LIBRO DEL MES LIBRO DEL MES Big data: libro del mes de Agosto

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  • #5117
    Antonio Adsuar
    Superadministrador

    Hola a todos,

    Paso a realizar las preguntas para animar el debate sobre este tema tan nuevo y desconocido como apasionante. Además, estoy contento de anunciaros que mañana sortearemos los primeros libros gratuitos para usuarios de la breve historia de librosensayo.com, precisamente dos “Big data” que nos ha enviado la editorial Turner. Gracias a ellos también por editar este texto en castellano, sin duda una apuesta valiente. Aquí van las cuestiones!

    1.¿Crees que los usos de los datos masivos tendrán consecuencias más positivas o negativas?, ¿son mayores los riesgos o las oportunidades?, ¿qué se podría hacer para evitar en la medida de los posible los malos usos de los datos personales por parte de empresas y gobiernos?

    2.El libro nos propone que abandonemos en parte la necesidad de explicarlo todo mediante la causalidad, que renunciemos a comprender por qué pasan las cosas para centrarnos en predicciones posibilitadas por la potencialidad de las correlaciones. ¿Qué te parece esta propuesta?

    3.¿Qué opinas de los usos que hacen Google, Facebook o Twitter de nuestros datos?, ¿Crees que nos informan suficientemente sobre lo que hacen con nuestra privacidad?, ¿que medidas se podrían tomar para generar una ciudadanía con más educación digital, que tuviera más conciencia y control sobre su privacidad?

    #5135
    Anónimo
    Inactivo

    Entrevista a Viktor Schönberger, autor de ‘Big data, la revolución de los datos masivos’: «Los datos masivos (o big data) son el nuevo oro» http://www.eldiario.es/turing/Big-data_0_161334397.html

    #5378
    APAA
    Participante

    Solo un apunte: Los Big  Data: Lo que tenemos hoy, los lotes de información masiva obtenibles como fruto de la tecnología, seguramente habrían permitido a Hitler ganar la guerra  que perdió en 1945. El tiempo nos dirá si hay un Neo-Hitler capaz de hacerse con el control de Big-Datápolis. Quizá este Neo-Hitler ya manda y nos sentimos tan a gusto con él, que ni nos importa.

    #5396
    jose luis
    Participante

    En primer lugar, el paradigma de los datos masivos es fruto de una evolución social, cultural y tecnológica y en ese marco complejo debe comprenderse. Todo cambio, toda nueva capacidad entraña siempre riesgos y oportunidades, y creo que en estos momentos de transición el aumento de la incertidumbre nos lleva a exagerar tanto lo positivo como lo negativo. Sólo puedo que decir no me preocupan tanto los aspectos filosóficos o mercantiles como su significado político y cultural.

    En segundo lugar, las consideraciones que hacen los autores sobre las implicaciones de los big data para la causalidad, el libre albedrío, la responsabilidad personal me parecen bastante banales y tirando a sensacionalistas. Dicho esto, las potencialidades de la correlación de datos masivos me parecen prometedoras sólo si se cumple una condición: que el nuevo poder -que en el límite es poder para configurar el futuro- no quede concentrado en unas pocas manos. Esto es, sin duda, una buena razón para el pesimismo.

    Retrospectivamente, Facebook se puede concebir como un experimento sociológico -recuérdese que esta expresión fue utilizada por Mercedes Milá para explicarnos la relevancia del reality «Gran hermano»- extremadamente rentable que todavía no ha rendido todos sus frutos. De hecho, ahora que empezamos a entender lo que pasa cuando se generan datos masivamente, se almacenan y se procesan, Facebook se puede interpretar como una inmensa jaula en un laboratorio llena de 1.000.000.000 de ratones libres y felices –que no han sido violentados ni drogados ni expuestos a virus asesinos- que han accedido libremente a ser datificados, registrados, observados, cuantificados, etc… sin saber muy bien para qué. Y, ¡oh sorpresa!, resulta que el procesamiento de todos esos datos tiene ciertas utilidades. Bueno, a esas alturas mi problema como usuario de Facebook ya no es la protección de mi privacidad ni conseguir una participación equitativa en el valor que generan los movimientos de mi cola sino el hecho de que me he transformado, propiamente, en un ratón de laboratorio. Si los autores de <i>Big Data</i> anuncian alegremente “el fin de la causalidad y de la teoría”, yo podría decir que “el mundo va camino de convertirse en un laboratorio”, lo cual como titular periodístico puede resultar excesivo pero como argumento de ciencia-ficción resulta prometedor.

    Creo que cualquier ciudadano responsable debería resistirse a ser datificado en la medida de sus posibilidades, no en defensa de la privacidad ni de la dignidad sino de la libertad política.

    José Luis Martínez-Llopis

    #5770
    Antonio Adsuar
    Superadministrador

    Hola José Luís,

     

    Me alegro de leer tu comentario. Voy a comentar algunas ideas que apuntas. Yo también creo que se está exagerando en parte todo lo que significa la nueva revolución digital. Por ejemplo, en Londres fui al design museum y se hablaba claramente allí de una nueva revolución industrial. El tiempo dirá si es tan radical el cambio, yo lo que sí observo es que muchas industrias culturales está viendo radicalmente socavados sus modelos de negocio.

     

    Otros aspecto fundamentales en mi opinión de tu intervención: el problema de nuevo poder es que está tendiendo demasiado al monopolio. Unas pocas corporaciones tecnológicas están “dataficando” como bien dices a millones de personas, sus vidas completas. Creo que es necesaria una cierta resistencia ciudadana a toda esta nueva industria basada en enlatar y vender la experiencia humana al por mayor. Pero para eso necesitamos comprender qué hacen con nosotros, cómo lo hacen y cómo ganan dinero. Esta es una de las ideas detrás de esta web, permitirnos repensar estos modelos nuevos que nos vienen impuestos.

     

    No es obligatorio relacionarse en internet mediante facebook o twitter, debemos alumbrar muchas más alternativas. Y, a su vez, debemos reclamar transparencia a aquellos que recaban nuestros datos.

     

    Hace poco me contaron que las aseguradoras, con millones de datos sobre tu vida en mano, te dirán algo como: sabemos que te va a dar un infarto en 5-10 años. Si te comprometes a hacer deporte y dejar la coca-cola te bajamos la póliza un 12%, si no, rescindimos tu contrato. ¿Nos podremos oponer a este tipo de acciones que cada vez serán más frecuentes?, ¿podremos usar libremente internet sin tener que ser tratados como experimentos sociológicos por los imperios espías/publicitarios(J.Lanier dixit: http://librosensayo.com/contra-el-rebano-digital-un-manifesto/ )

     

    He aquí la pregunta!. Bueno, espero que se anime el cotarro y mentes preclaras como por ejemplo @beijabar o @eugenio-navarro nos digan que opinan del asunto.

     

    Un saludo a todos y a datificarse

     

     

    #5799
    Lenis-S
    Participante

    Hola,  saludos a todos.

    A mi particularmente me asusta que ya  pueda ver en GoogleWiever dónde vivo sumado al hecho que  Facebook y Twitter  acceden a mi información personal;  no había llegado a la analogía con el experimento de los ratones, pero es bastante acertada y  fácil de asimilar…

    Hablando de la casualidad,  el fondo de todo esto no es mas que el excesivo interés por tener el control de todo lo que nos rodea… la casualidad se convierte entonces en un gran obstáculo,  la solución: Obtener la mayor cantidad de información posible y sus múltiples correlaciones.  Parece que a pesar de que la naturaleza humana siempre ha sido concebida como algo impredecible, nunca vamos a aceptar otra concepción de ella que no sea determinista, poder determinar en qué momento y lugar debo actuar para conseguir lo que quiero.

    Que tengan un bonito día.

     

     

     

    #5820
    Antonio Adsuar
    Superadministrador

    Hola Lenis!,

     

    Gracias por sumarte al hilo. Me doy cuenta, leyendo tu comentario, de que detrás del libro y de la idea mismo de big data, se esconde aquel sueño humano antiguo de conocer el futuro, de predecirlo. Efectivamente aquí entramos en caminos espinosos como el determinismo que comentas. Si el futuro está escrito, ¿somos realmente libres?. ¿qué diría Lutero y su amada predestinación si tuviera en sus manos los millones de datos masivos?. El problema para mi es doble: los mismo autores apuntan a la posibilidad de que, como en aquella película de ciencia ficción, lo encarcelen a uno antes de cometer el crimen?. No se muestran de acuerdo pero exploran estos nuevos usos de los big data.

    Después hay que sumar algo que también comentas: las empresas se pasarán los datos unas a otros y nos tendrán totalmente identificados. Es la última fase de la «mercantilización», lo que se está «datificando» y vendiendo, como decía José Luís es la vida humana. Y como hemos visto estos días con Snowden el paso del uso comercial al político de esos datos es sencillo y ya se está dando.

    Otro problema gordo, a mi modo de ver: se propone la predicción del futuro renunciando a comprender el por qué de las causas de lo que ocurre. El paraíso de la correlación gracias a los datos se alcanza defenestrando a la causalidad, que para mi es irrenunciable como meta humana, díficil sí, pero necesaria.

    No quiero una sociedad gobernada con algoritmos y matemáticos y políticos que expliquen sus decisiones con mares de datos. Eso sí, explorar el Big data y sus múltiples usos beneficiosos me parece perfecto. Pero expliquemos a la gente de qué va la cosa y que estamos  haciendo con sus vidas pasadas a bitios!

     

    #5821
    Eugenio-Navarro
    Participante

    Por alusiones 🙂 me inmiscuyo (sin haber leído el libro, me guío por el debate).

     

    Yo pienso que todavía queda lejos la posibilidad de que algunas voluntades humanas enfermas de ambición y carentes de escrúpulo, puedan emplear estas bases de datos que se están configurando en manipular a los ciudadanos (en poco más de diez años de masificación del acceso a la red, los gobiernos del mundo han perdido buena parte de la credibilidad y confianza de los ciudadanos que, desde la eclosión de los mass media hace casi un siglo, sentó las bases y fue producto de aquella propaganda política que hoy más parece objeto de ciencia-ficción que realidad); de hecho, hasta la fecha ha sucedido más bien lo contrario, y no parece sino que la violencia sea el único medio para obligar a la sociedad del siglo XXI a regresar al redil ideológico, opción, en todo caso, automáticamente reversible en cuanto la fuerza bruta cediera. Es cierto que el ánimo represivo que vivimos hoy, con el estado de incertidumbre en que nos encontramos, podría acelerar un proceso de dominación similar, pero no podemos obviar que a la par se está desarrollando una conciencia planetaria en feliz aumento -cuantitativo y cualitativo, a nivel individual y colectivo- que tiene visos de poder contrarrestarlo ampliamente; por ejemplo, la interpretación sistémica ha pretendido mostrarnos la Primavera Árabe como cosa resuelta, pero los hechos evidencian que el proceso se encuentra en su etapa de gestación, manifestando que el pueblo árabe no se ha movido por el fanatismo religioso o la promesa de una democratización a lo occidental, sino por su propia necesidad social y económica. Creo que si hoy disponemos de un Internet tan proclive a la expresión de libertad es porque los centros neurálgicos de vigilancia no tienen capacidad para alcanzar más allá de donde lo hacen (los consabidos casos de espionaje por parte de los gobiernos han fracasado, como lo demuestra el hecho de que su inmediato salto a la luz pública); que se afanen en ello es lógico, pues se juegan sus privilegios; pero que lo logren ya es otro asunto.

    Respecto al uso comercial de nuestros datos, parece el único objetivo eficaz de esta concentración de información; rechazada la alternativa de borrarnos de las más populares redes sociales, podríamos tratar de recibir una compensación económica por ello (que se antoja difícil, porque no parece que nuestros datos personales tengan ningún valor más allá de la macroestadística de la que forman parte); pero creo que esta comercialización es incluso legítima (bajo los parámetros del actual régimen mercantil), teniendo en cuenta que utilizamos de unos recursos y servicios por los cuales algo debemos entregar a cambio.

    Respecto a la causalidad, no sé a qué se refieren los autores cuando la mencionan, pero por vuestros comentarios intuyo que hablamos de una especie de metodología de la acción personal que dejaría en manos del azar la toma de decisiones, abrumada nuestra inteligencia ante la ingente cantidad de información. Desde luego, nunca nos habíamos considerado tan ávidos de información, pero la verdad es que desde siempre es moneda común para la sabiduría humana el axioma que dice que cuanto más se sabe, más consciente se es de la propia ignorancia. Creo que ante el derrumbe de las estructuras, de los dogmas y de la pretensión de totalidad -la física del siglo XX es pionera en este avance que afecta hoy en día a todas las ramas del conocimiento-, no podía quedar fuera del perímetro la gestión cotidiana e íntima del sujeto que sea mínimamente independiente. Aunque, insisto, no leí el libro y no sé si van por ahí los tiros.

    ¡Un saludo!

    #5822
    jose luis
    Participante

    Hola Eugenio,

    Quiero expresar mi desacuerdo con una de afirmaciones que haces el primer párrafo de tu intervenció. En primer lugar, dices que «no parece sino que la violencia sea el único medio para obligar a la sociedad del siglo XXI a regresar al redil ideológico». Yo pienso que es justamente al contrario: cada vez es menos necesaria la violencia del estado para mantener a cada uno en su sitio. En un post estoy escribiendo sostengo precisamente que uno de los rasgos de la sociedad contemporánea es que el poder de control y disciplinar se ha deslizado, pasando del gobierno del estado a la esfera de la producción y el consumo. La differencia entre las distopías y nuestra realidad es que aquéllas imaginaban un control y una manipulación centralizados, mientras que actualmente -por paradójico que suene- el control está distribuido.

    ¿Por qué no conemplas la posibilidad de abandonar las redes sociales más populares?

    Este tema me apasiona.

    Un saludo,

    J.

    #5835
    Eugenio-Navarro
    Participante

    Qué hay, Jose Luis. Me parece que he entendido bien tu exposición y trataré de darle réplica.

    Creo que tienes razón en cuanto a que la imposición de disciplina y dogma se ha desplazado a la esfera de las relaciones mercantiles y de consumo, productivas y publicitarias, y que se ejerce más en el ámbito laboral que en el funcionamiento de la Administración (de hecho, va siendo cada vez más evidente que las decisiones políticas se toman a través de los consejos de administración de las transnacionales, que los gobiernos nacionales no son más que una comparsa al servicio de los poderes financieros y que es más eficaz dejarnos sin recursos energéticos que sentarnos ante un juez); pero considero que los Estados no tienen ninguna intención de sustituir la violencia por otras formas de control, pues éste es el único recurso del que han dispuesto siempre para imponer su voluntad (y creo que el reciente y constante aumento del gasto militar y policial en el mundo, es una prueba estadística al respecto). Es cierto que el poder ha sido distribuido entre distintos focos, pero no creo que haya sido descentralizado; el poder tiende a la concentración.

    Personalmente no considero que las redes sociales puedan llegar a formar parte de un programa establecido por alguna oligarquía con el fin de controlarnos -todo el potencial del procesamiento de datos se desinflaría ante la mano humana necesaria para orientarlo-; y aunque existiera una intención similar (pues megalómanos delirantes los habrá siempre), está condenada al fracaso. Nunca la Humanidad ha podido ser dirigida en contra de su voluntad, al margen de que ésta haya estado más o menos cegada por religiones, ideologías o grandes mentiras puntuales.

    Lo que sí me parece una gran novedad en estos momentos es el mantenimiento, refuerzo y expansión de la creencia entre la gente de que sea tan posible como deseable la convivencia pacífica entre los pueblos; podemos comprobar que los colosales esfuerzos que desde la clase dirigente se están haciendo para romper esta confianza, están siendo vanos.

    ¿Que la situación actual nos encamine hacia un desastre bélico y a una dominación completa de nuestras vidas?, todo es posible. Pero seguro que tarde o temprano volveríamos a debatir sobre asuntos similares a éste en algún otro foro público.

    Saludos.

    #5836
    jose luis
    Participante

    Qué tal Eugenio? Saludo al resto.

    Gracias por tu réplica minuciosa.

    Ayer, con las prisas y el cansancio, me dejé en el tintero una observación: no soy nada optimista respecto al desarrollo de «una conciencia planetaria en feliz aumento -cuantitativo y cualitativo, a nivel individual y colectivo-«. Esto sería largo de argumentar y lo dejo para otro momento.

    En cambio me gustaría insistir en el otro argumento: las funciones de control o de gobierno en sentido amplio se han distribuido. De algún modo, podemos decir que la disciplina se ejerce a través de mercado. Entiendo que estás de acuerdo con esto. Pero sostienes que el poder no descentraliza sino que se concentra. Realmente, lo que ocurre con el funcionamiento de un mercado auorregulado -tendencialmente- global no es que el control se distribya sino que se hace invisible y no depende estrictamente de un agente sino de la dinámica propia del sistema de mercado -la «mano invisible» de Smith, las «fuerzas anónimas del mercado».  El mecanismo por el que el mercado controla  la sociedad en su conjunto -no a cada individuo singular-  no tiene nada que ver con los instrumentos de control del estado -la ley y el monopolio de la violencia- pero su eficacia parece mayor: el mercado se ha globalizado y se expande a nuevos ámbitos permanentemente, mientras los estados se muestran cada vez más impotentes para perseguir sus objetivos. Entiendo que estamos de acuerdo hasta aquí.

    ¿El poder tiende a concentrarse? Yo diría que no. El estado no ejerce poder sino fuerza, lo mismo ocurre en el seno del mercado. Por el contrario el es poder es, por definición político y no reside ni en el gobierno ni en el parlamento ni en la capacidad militar o económica. Soy consciente de que esta concepción no es la habitual. Se basa en una distinción terminológica que hace Hannah Arendt entre fuerza y poder. Por decirlo muy sintéticamente. La fuerza se puede concentrar y acumular; dividir la fuerza es debilitarla; la fuerza es una relación unilteral, de arriba abajo, es una relación asimétrica y entre no-iguales. En cambio, el poder emerge de una pluralidad de iguales; no puede acumularse; emerge de un esquema de relaciones horizontales, etc…

    Me gustaría responder más sistemáticamente en mi blog. Te aviso cuando desarrolle el argumento.

    Pienso que estos temas tienen gran importancia práctca, o sea, política.

    Un saludo,

    J.

    #5848
    Antonio Adsuar
    Superadministrador

    aludos José Luís y Eugenio!y demás lectores y coforáneos!,

    Me alegro de que hayáis iniciado este diálogo tan interesante y de que los foros de librosensayo.com sirvan para albergar conversaciones como esta. He estado anotando algunas cosas para “infiltrarme” como ya avisé ayer en el muro de actividad. Voy a intentar ser sistemático y comentar los puntos que creo son candentes

    1.La libertad de expresión en internet. Es un tema crucial. ¿Cómo se gobierna internet, quién controla internet, quién sabe lo que pasa en internet, qué leyes se aplican a internet, quién tiene soberanía sobre internet(los estados, agencias privadas o gubernamentales, ¿con qué legitimidad?). Todas esta ristra de preguntas me inquietan y quiero ir buscando libros para buscar respuestas…si conocéis alguno me lo comentáis porfa, yo sigo indagando. A lo que vamos: coincido en muchas cosas con José Luís y voy a atesorar dos frases cojonudas que cito: a)“el poder de control y disciplinar se ha deslizado, pasando del gobierno del estado a la esfera de la producción y el consumo”, b)“De algún modo, podemos decir que la disciplina se ejerce a través de mercado”

    Las redes sociales, en las que todos participamos masivamente cada vez más, son contenedores enormes de experiencia humana. ¿Es capaz el poder, económico o estatal, de procesarlas, estructurarlas y darles sentido?. De ahí mi voluntad de saber qué es “Big data”, cómo funciona, qué límites tiene y quién lo está gestionando. El libro dice que el 95% de los datos son “wild data”, sin tratar. Está claro que las empresas han encontrado una “moneda” que a ellos les es provechoso cobrar y a los ciudadanos nos le importa pagar: la privacidad. Es un chollo…imaginad que tuvierais una empresa y vuestros clientes tuvieran dinero que no tuviera valor para ellos pero sí para la empresa. Por eso hablan del “petróleo del siglo XXI” cuando se refieren a los datos.

    ¿Qué actitud tomar ante las redes sociales generalistas?. Creo que cabe proceder con cautela. Espero que surjan alternativas más respetuosas con la privacidad y que la gente comience a valorarla un poco. Modestamente con la construcción de esta página tenemos la idea de generar foros de debate e intercambio que, aunque sean y quieran ser público, no sean sistemáticamente datificados e incorporados a ficheros de multinacionales. Recuerdo un escritor, Sebastià Jovani, que dijo en una charla que el poder nos está enseñando que las revoluciones se organizan por tuiter precisamente para controlarlas mejor. Ahí está el libro que no he leído sobre el tema de Castells “Redes de indignación y esperanza” que creo que va del tema: http://librosensayo.com/redes-de-indignacion-y-esperanza/ creo que a pesar del rollo que he soltado no he dejado muchas cosas claras pero bueno, pasemos al punto 2.

    2.Me interesa mucho la idea de Eugenio sobre la creciente conciencia global de una humanidad que se percibe como una. Internet, sí sabemos mantenerlo(¿o crearlo?)neutra es un instrumento brutal para la generación de una conciencia mundial que lleve a una federación de estados planetaria a lo kantiano(no sé escribir 3 líneas sin pensar en kant pero esta vez venía a cuento!).

    Para comprender la situación en que se encuentra esta proyecto ilustrado por antonomasia de la ilustración hay que analizar que está pasando con el poder. Me gustaría pedir a José Luís que explicara brevemente aquí, aunque lo amplie en su blog, que quiere decir cuando comenta que “el control está distribuido”. Me da la impresión de que las cosas que no entendí pero creí intuir de Comunicación y poder, tambien de Castells(http://librosensayo.com/comunicacion-y-poder/ )van por aquí.

    El poder, como dice Eugenio, tiende a la concentración. Aunque quizás estemos hablando de una antigua concentración del poder, propia de unos estados que se han quedado sólo con el uso de la fuerza y con cada vez menos legitimidad, desfasados con sus leyes y soberanías nacionales en un contexto de globalización. Estas fuerzas más ocultas, difusas, que se ocultan tras las dinámicas del mercado parecen más adaptadas a las formas de ejercer el control social actualmente. Como veréis en la web en el apartado de libros “sociologías del consumo”, he metido algunos textos que ayudan a comprender este “soft power”.

    Para terminar sin perder de vista el “Big data” mi pregunta es: Ya que vamos a estar dejando millones de millones de retales de “vida datificada”(como este mismo comentario)por la red, ¿qué derechos tenemos sobre ellos?, ¿quién los va a gestionar, con qué fines y límites?, ¿quién podrá legislar sobre ello?, ¿qué usos le darán el poder político y el económico a toda esta maraña de bitios?.

    Un saludo a los dos y a los demás tertulianos. Gracias por sus comentarios y nos seguimos leyendo!

    PD: Sería sumamente interesante que Alberto @beijabar metiera baza por aquí :)!!

    #5849
    jose luis
    Participante

    Hola a todos,

    espero que se vayan incorporando otras participantes porque el Master está metiendo mucha caña.

    Dada la hora, me limitaré a intentar responder dos preguntas. Las demás mañana.

    Con el concepto de «distribuido» me ocurre como a tí con el libro de Castells: lo intuyo y me parece interesante. Lo descubrí en el libro de David Ugarte, El poder de las redes -http://lasindias.org/el-poder-de-las-redes/. Dos citas:

    «Baran se preguntó si no era posible definir una red cuya característica principal fuera que al eliminar cualquier nodo ningún otro quedara desconectado. Llamó a este tercer tipo «redes distribuidas» y propuso su uso para conectar entre si los ordenadores de las grandes universidades que habían recibido fondos de investigación de la defensa. Esa red, DARPANet, se conocería más adelante como Internet.»

    «Lo que define a una red distribuida es, como dicen Alexander Bard y Jan Söderqvist, que

    todo actor individual decide sobre sí mismo, pero carece de la capacidad y de la oportunidad para decidir sobre cualquiera de los demás actores.

    todo actor individual decide sobre sí mismo, pero carece de la capacidad y de la oportunidad para decidir sobre cualquiera de los demás actores.»

    Voy a simplificar: Ugarte, que debe de ser un tipo muy inteligente, presenta la redes distribuidas como una panacea. Aparentemente, lo son por la igualdad de los actores y por la imposibilidad de decidir sobre los otros actores. Yo, sin acabar de comprender todo el asunto, sospecho que ese concepto de los ditribuido encierra grandes peligros. Mejor dicho: quizá los peligros radican en «estar en red» y el hecho de que sea distribuida quizá hace bajar la guardia o perder de vista los peligros.

    Cuando digo que «el control se ha distribuido» utilizo la imagen de la red distribuida para indicar que la capcaidad de disciplinar, de castigar -tradicionalmente centralizada en el gobierno del estado- no ha desaparecido sino que se ha «distribuido» y, por tanto, se ha hecho menos visible. En una sociedad hay muchas redes -no me refiero a las virtuales- pero en una sociedad de mercado el «Mercado» es la red más potente y la más extensa y es una red razonablemente «distribuida» -todos los consumidores somos iguales. Esa entidad que llamamos «Mercado» es la super-red que conecta todos los mercados reales, todas las operaciones realizadas en los mercados y, en el límite, nos conecta a todos y todas -en calidad de consumidores, trabajadores, generadores y transmisores de datos, etc… De modo que cuando digo que el control se ha distribuido quiero decir que se ha hecho invisible porque está distribuido entre todos los actores que están en la red Mercado.

    Bueno, mañana más.

    Buenas noches,

    J.

    #5851
    Eugenio-Navarro
    Participante

    Hola José Luis (y demás miembros del foro).

    Creo que en lo básico estamos de acuerdo, y por eso debo matizar nuestra diferencia. Como dices, el poder (o para evitar confusión, quizás habría que decir la potencia) se distribuye horizontalmente, eso es cierto, pues es el modo que lo hace efectivo (y más o menos eficaz); pero en mi opinión, esta distribución no puede considerarse un movimiento contrario a la concentración, pues este movimiento contrario a la concentración reflejaría una dispersión que el poder o potencia no puede sufrir sin debilitarse (salvo en momentos de conflicto, que el poder tiende de resolver haciendo uso de la fuerza, tratando de imponer su voluntad). Por ello, considero que esta distribución horizontal de los focos de poder es una expansión no contraria a la concentración, pues no disgrega sino que precisamente hace converger los focos para su interrelación estable.

    Un saludo.

    #5881
    Alberto
    Participante

    Interesantísimo debate el que se ha montado, leerlo todo ha valido la pena ; )

    Veo que la discusión ha tomado un tinte político y social, pero como primera intervención voy optar por presentar mi humilde opinión sobre el tema de Big Data. Desde la filosofía, y como decía Antonio, es desde luego imposible renunciar a buscar el porqué, además no parece sano (defecto profesional) crear una sociedad que en veloz ritmo – y con la poca memoria que caracteriza esta marcha – , esté ademas solo mirando un futuro, obsesionado por controlarlo. <span style=»font-size: 13px; line-height: 19px;»>Parece que le presente vaya a perder el poco valor que le queda y al final la vida se vaya a transformar en una aspiración. Esto es una perspectiva individual de la sociedad, pero políticamente también puede tener unas muy perniciosas consecuencias.</span>

    <span style=»font-size: 13px; line-height: 19px;»> Al margen de esto todo el tema de las previsiones basadas en datos me parece no puede aspirar una perfección razonable y que pretenderlo roza un cientificismo utópico.  Está claro que hay que aprender a utilizar las herramientas que nacen con la tecnología, y que con el tiempo se legislan y perfeccionan muchas cosas, sin embargo, como siempre, el mayor esfuerzo debe ser en la educación de los usuarios, igual que el descenso de las muertes en accidente de tráfico tienen a su mejor aliado en la prudencia fruto de la educación vial, el poder pernicioso de estrategias derivadas de datos tratados depende de la prudencia con la que el usuario utilice las herramientas telemáticas, prudencia que será además aquella que de legitimidad para los buenos usos, de increíble potencial, que por supuesto también tiene; sin embargo para la potencialidad positiva del big data veo un gran pega derivada de ese mal uso de herramientas como las redes sociales, que hay mucha «falsedad», entiendo que al tratar los datos se discriminan muchas cosas pero no alcanzo a ver de que manera se puede limitar con cierto rigor la exactitud de los datos recogidos en estos ámbitos. </span>

    Respecto al tema político, creo que las herramientas como twitter u otras redes son realmente impredecibles, hasta el control o el uso de esta herramienta para contener revoluciones puede provocar muchas reacciones inesperadas: creo sinceramente que no se está acrecentando el control social por esta vía, solo cambia de forma, pero las posibilidades revolucionarias se mantienen, y la capacidad de anticipación contra-revolucionaria disminuye ante el desconocimiento de un medio que cambia a gran velocidad, y cuyo cambio tampoco puede ser controlado al 100%, nada mas lejos (Por esto coincido con Eugenio-Navarro en que es muy difícil que realmente pueda cristalizar una verdadera amenaza para la libertad a gracias a la utilización de estos datos).

    Aquí al final el empoderamiento democrático vendrá, creo, del mismo sitio al que , como señalaba Jose Luis, se va trasladando también el control: el mercado y el consumo. Un ciudadano, para serlo de verdad en todo su significado político va a tener, además de votar e implicarse en la esfera tradicionalmente llamada política, hacer política con su consumo, ejercer su poder como consumidor, y con el tiempo, quizá el momento ya ha llegado, como internauta. Tengo pensada hacer una entrada en el blog sobre esta cuestión (la continuación a la de «Socialdemocracia»), refinada de la siguiente manera: la educación en la ética empresarial como única manera de hacer que los profesionales sobre los que mañana descansará el tejido productivo y el mercado asuman una responsabilidad social que ahora se ha evaporado como contrapartida a una tradición en la que los estados eran los «padres malos».

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2 comments

  1.   

    […] Debate con nosotros sobre Big data […]

  2.   

    […] que nos retrotraen Metrópolis de Fritz Lang, frente a la idea de que los datos masivos, sobre los que ya debatimos intensamente en esta web, van a traer orden, paz y sentido a nuestras vidas, nos encontramos con el modesto papel del […]

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