LA REBELIÓN DE LAS MASAS PUBLICADORAS: ¿TOMANDO LA BASTILLA EDITORIAL?

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*Ecos de Sumer, cuaderno de edición escrito por Antonio Adsuar

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Aunque hace años que me estoy acostumbrando a dejarme libros sin terminar no me gusta hacerlo. Pero claro, no siempre podemos acertar y hay que aceptarlo. “Here comes everybody”, de Clay Shirky, es un libro de esos que ves citado por ahí continuamente; me informé un poco sobre su contenido y decidí adquirirlo de segunda mano en Amazon.co.uk.

Aunque arrancaba muy bien tengo que reconocer que me decepcionó y que, como decía, no le he acabado. Lo clasifiqué y lo guardé en el estante correspondiente de mi biblioteca personal. Sin embargo la lectura de “Making is connecting”, un libro que analizamos en el post “El editor lego: personal connections are king!” resucitó en mi cabeza la parte más atractiva y sugerente de “Aquí viene todo el mundo”, un texto que no ha sido traducido al español, que yo sepa.

Cuando volví de Barcelona a Alicante noté que este libro me llamaba, inconscientemente lo tenía en la cabeza. Así que decidí repasarlo y redescubrí ideas muy relevantes relacionadas (¡cómo no!)con el sector editorial. Veamos:

1.La industria editorial clásica: modus operandi.

Como licenciado en historia tiendo a valorar mucho aquellos textos que nos ayudan a relativizar lo que en un momento concreto creemos que es “la forma natural” de realizar una tarea, de cumplir una misión. Como dijo Bernat Ruiz en el último encuentro #bookmachine de Barcelona, el libro no puede ser considerado un tótem cultural inamovible, aunque sus virtudes sean muchas.

Shirky nos recuerda que Gutenberg y su invención de la imprenta mataron a los escribas, que eran una casta relativamente elitista que controlaba los medios de producción de la cultura escrita medieval. El bueno de Johannes era un disruptor sagaz que permitió, cambiando el modo de producción, la creación y difusión de muchos más libros, incrementando en parte las posibilidades de lectura de sus coetáneos.

Los “amos de la prensa”, las empresas editoriales que controlan la contratación de autores destacados y los canales tradicionales de distribución y promoción de libro en papel, son los herederos del sistema gutenberiano pero está siendo desplazadas por un nuevo paradigma centrado en lo digital. Los nuevos gutenberg ahora publican y promocionan los escritos a golpe de click.

Muchas profesiones viven de administrar un recurso escaso. Los editores tradicionales se dedican desde el 1450 a ejercer de “gatekeepers” decidiendo qué vale la pena publicar. Sin embargo cuando todo se puede publicar sin coste alguno (bueno, más o menos, ya nos entendemos) su razón de ser entra en crisis y se da una situación en la que pueden estar creándose cuello de botella innecesarios.

La dicotomía esencial para entender este cambio es obvia: frente a un ecosistema marcado por la escasez de información y contenidos ahora nos encontramos en una era de la abundancia, en la que hay más peligro de morir infoxicado que de no encontrar aquello que nos interesa. Terminando con una cita de Shirky lo veremos más claro: “So long as publishing was expensive, publishers would be rare”.

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2.El nuevo panorama de la industria editorial: ¡Edita y publica, no imprimas!

De acuerdo, entonces publicar ya no es caro (eso sí, no confundamos publicar con editar, como bien nos explicaba Mariana Eguaras en este post bien titulado “La autoedición no existe”). Por lo tanto, y esta idea es clave, no tienes que convencer a nadie de que publicar un texto es una buena idea antes de probarlo. Desde luego este aspecto hace que nos situemos en unas coordenadas muy diferentes a las de hace relativamente poco, ahora la innovación en el sector editorial se puede llevar a cabo mucho más fácilmente.

La pregunta pasa de ¿por qué vale la pena publicar esto? a ¿Y por qué no tendría que publicar esto?. Llegados a este punto debemos explicar cual es el papel de “everybody”, de esta masa de gente que “is coming”. La gente lleva a cabo tareas que antes solo eran realizadas por profesionales. Como dice Shirky: “reproduction and distribution of music, previously a valuable service, is now something their costumers can do for themselves”. Yo añadiría a la reproducción y la distribución la producción. Todo el mundo se convierte potencialmente en un autor. De hecho, todo aquel que escribe en internet está publicando contenido.

Para acabar de mostrar la idea el escritor americano nos dice: “everyone is a media outlet”. Esto es lo que todos hacemos en twitter o facebook cada día, ser difusores de contenido. Rematando con otra útil cita coincidimos con Shrky en que: “our social tools remove older obstacles to public expression…the result is mass amateurization of efforts previously reserved to media professionals”.

¿Y qué caracterizaba al editor gutenberiano, a ese “media professional” que ahora se ve desplazado?. Pues básicamente filtraba el contenido que merecía la pena publicar. En la nueva era de las “masas publicadoras” ¿no tendría más sentido quizás publicar primero y filtrar después?. Como afirmaba el autor Gabriel Ródenas en una reciente entrevista que acogimos aquí en librosensayo.com las editoriales tienen un estudio de mercado gratuito en sitios como Amazon, aunque claro, aceptar esto tal cual sería darle a esta plataforma el marchamo de “el” mercado. Pero bueno, esto eso otro tema.

Lo que sí es evidente es que cada editorial (¿o más bien grupo de editoriales?)debería dotarse de ecosistemas donde probar si los contenidos que publica son aceptados por sus lectores. Sí esto sucede se podría pasar a una segunda vida de libro/contenido y, por ejemplo, editarlo en papel, realizar acciones de promoción, realizar una gira con el autor,etc. Esto significaría que las editoriales pasarían, como hemos reclamados en posts anteriores, a ser organizaciones orientadas a datos y a la inteligencia del cliente.

Esta lógica de “primer publica y luego filtra” también creo que ayudará a consolidar el auge de plataformas de crowdfunding editorial como libros.com. Como nos dicen siempre Joaquín Rodríguez y Manuel Gil, la forma de actuar en el futuro será pasa por comprender que “tengo una comunidad luego edito.

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Fuente: www.addeditorial.com 

En el mundo del periodismo digital ya se están dando casos de profesionales que se pagan un viaje para escribir un reportaje mediante estrategias de micro-mecenazgo. El otro día vi en televisión que un grupo de ONGS se plateaban pagar a un reportero entre todas para que fuera a cubrir un conflicto y publicara en internet lo que sucedía en un país en guerra.

Las grandes estructuras saltan por el aire y va a padecer cada vez más. El reportero, el autor, el editor, cada vez trabajará más como freelance y dependerá de encargos no realizados por “el” periódico o “la” editorial sino por grupos que estén dispuestos a financiar sus esfuerzos.

Desde luego las grandes estructuras como Planeta y Random House Mondadori seguirán existiendo en un mundo donde las economías de escala son fundamentales, pero deberán cambiar su forma de editar para ajustarse a los nuevos tiempos. Las estructuras medianas (librerías, editoriales, periódicos)van a sufrir y tenderán a desparecer como explicamos en esta entrada “La extinción de la clase media”.

Para concluir tres ideas complementarias que creo que ayudarán a terminar de trazar las líneas del mapa que nos lleve a atisbar una salida del laberinto:

  1. En la línea de “Making is connecting” nos dice Shirky que: “Conversation is king. Content is just somethig to talk about”. No nos cerremos en formas de distribuir el contenido por que sí. Defendamos las virtudes del libro en papel o de la “forma libro” pero estemos abiertos a los cambios.
  2. Filosofía del “Fail Fast” (en la que siempre insiste Neus Arqués): adoptar una lógica de “ primero publica y luego filtra” significará admitir un gran cantidad de error. No debemos dejar que nuestro cerebro gutenberiano-reptiliano (Seth Godin) nos impida avanzar. La comunidad debe organizarse para dar valor a aquello que lo merece y hemos de ayudarla a hacerlo.
  3. El editor no va a desaparecer pero debe reinventarse: como demuestran el post de Mariana Eguaras mencionado arriba de y esta otra entrada del blog de Silvia G. Olaya (“El editor como infomediador”) publicar NO es editar. Si “everybody” va a publicar entonces harán falta más editores que nunca. Eso sí, los nuevos autores indie deben aprender a valorar la tarea del editor y éste debe comprender las necesidades y demandas del nuevo ecosistema.

Esperemos que de toda esta nueva realidad, imparable por otra parte, emerja un cultura lectora que aúne las virtudes probadas de la lectura lineal, sosegada y constante que permite el contexto papel con la derivadas de la conectividad, imediatez y capacidad multimedia de los nuevos soportes. En todo caso, ¡larga vida a la lectura y a las conexiones entre personas que tanto nos enriquecen!.

PD: post powered by Lana del Rey, “Born to die”

Antonio Adsuar

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Soy fundador e impulsor principal de librosensayo.com. Licenciado en historia por la Universidad de Alicante y doctor en filosofía por la Universidad de Murcia, tras hacer un máster en gestión cultural en la UOC descubrí la tremenda transformación que estaba viviendo la industria editorial, el mundo del libro y la cultura escrita en general con la llegada de internet.

Tras 8 meses de concepción y puesta en marcha del proyecto creamos con un grupo de amigos librosensayo.com en mayo de 2013. La idea básica era sencilla: construir un sitio abierto y colaborativo para reflexionar sobre el futuro de las industrias culturales centrándonos en repensar la industria editorial, el periodismo, la educación y el futuro de la sociedad conectada, ayudados por la aproximación a textos de sociología sobre la cultura y el consumo en la sociedad contemporánea.

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